Enzo Serrano es de San Luis capital y su mamá hace dos meses que está en Buenos Aires atravesando una enfermedad que la obliga a realizar un tratamiento médico lejos de su hogar y de sus seres más queridos. Es por eso que el joven junto a sus compañeros de curso vendieron rifas y empanadas con el fin de juntar el dinero para que él pudiera viajar y estrecharse en un abrazo con su mamá en el Día de la Madre.
Enzo es alumno de la ex escuela Industrial "Domingo Faustino Sarmiento", el jueves durante una clase con la profesora Eugenia Bianchi ella les recordó a sus alumnos que se acercaba el Día de la Madre e inmediatamente Enzo se quebró y contó la situación que estaba pasando.
"Cuando se largó a llorar en el curso, porque es un tema delicado, no quedaron dudas de que algo teníamos que hacer", recordó Gabriel Venturino a El Diario de la República.
La familia Serrano está compuesta por Enzo, sus tres hermanas, su madre y su padre que tiene un negocio con el que "tiran día a día", contó Venturino al mencionado medio local y aseguró que no están en condiciones de juntar el dinero para poder viajar a ver a su mamá.
Un poco a escondidas y con una gaseosa de por medio los alumnos de la promoción "Bonauré" se organizaron para ayudar a que Enzo pudiera abrazar a su mamá en su día: organizaron rifas y venta de empanadas.
La situación llegó al corazón no solo de los compañeros y amigos de Enzo, sino también de profesores, padres, preceptores y hasta los directivos de la escuela técnica.
Es por eso que trabajaron duramente durante todo el fin de semana pasado para reunir los fondos necesarios. El martes, después del feriado, sorprendieron a Enzo con el dinero.
El jueves 17 de octubre y en patota, los chicos de "Bonauré" fueron a despedir a su compañero a la Terminal de Ómnibus (Ediro) para que se reuniera con su mamá.
"No lo podía creer, esto era un sueño para mí, nunca pensé que todos se iban a unir tanto para ayudarme. Me han dicho muchas cosas lindas y estoy muy agradecido con todos", confesó Enzo antes de emprender viaje.
Mirando por la ventanilla, el joven inundado de emoción se despidió del cálido grupo de compañeros, de sus tres hermanas y de su papá, con el objetivo de darle un fuerte, largo y ansiado abrazo a su madre.