Valentina Zenere y Ana Garibaldi, dos de las protagonistas de En el barro, expresaron una fuerte carga emocional al recordar a Alejandra “Locomotora” Oliveras, quien hizo su debut como actriz en la ficción de Sebastián Ortega pero no llegó a ver su participación ya que falleció el 28 de julio pasado.
En medio de una entrevista con HISPA, ambas actrices dedicaron un breve pero intenso momento para referirse a la pérdida de su compañera de elenco. “Nos llevamos algo muy lindo de ella. Tenía una energía muy positiva. Me sorprendía la manera que tenía de ver la vida”, comentó Zenere que se mostro muy conmovida con el recuerdo.

“Me interesaba mucho lo que me contestaba y su forma de estar siempre positiva... Me interesaba mucho escucharla hablar, la verdad”, agregó.
En tanto, Garibaldi, que interpreta a Gladys Borges, recordó un momento particular del rodaje: “Yo recuerdo una anécdota que salía del buzón y siempre estaba con sus labios rojos. Entonces de Maquillaje le dicen ‘te tenemos que despintar un poco los labios’. ‘No, no me saquen’. Tenía esas cosas que eran de una ternura...”.

“Tenía mucha energía, era muy vital, por eso fue tan duro”, expresó angustiada en relación al ACV que marcó el destino de la exdeportista.
Días antes, durante la conferencia de prensa del elenco, Zenere y Garibaldi hablaron de la entrega y profesionalismo de Oliveras y destacaron su alegría, su disposición constante y cómo contagiaba el buen ánimo, incluso en escenas duras.

El estreno mismo incluyó un homenaje explícito: en pantalla, apareció una placa que dice “En memoria de Alejandra ‘La Locomotora’ Oliveras”, generando una ola de emoción entre los espectadores y el equipo.
La serie En el barro, el spin-off dramático de El Marginal ambientado en una cárcel de mujeres, marcó el debut actoral de Oliveras. Su papel, breve pero potente, fue especialmente destacado por el elenco y la crítica.
Valentina y Ana reflexionaron sobre el dolor de no haber podido ver completo el trabajo de Oliveras. “Me da mucha pena que no se haya visto porque tenía muchas ganas de actuar”, dijo Ana, claramente dolida por lo que podría haber sido una carrera actoral aún más amplia.
El mensaje final de ambas fue claro: Oliveras dejó una huella profunda. Una persona generosa, llena de energía, que entendía el valor del compañerismo sobre el brillo personal. Y que, a través de esta serie, su recuerdo acompañará a la ficción y al público que la admiraba.