La Bajada, barrio de la zona sur de Rosario que vio nacer y crecer al capitán de la Selección Argentina Lionel Messi, no tiene más que gestos de agradecimiento para La Pulga. Las paredes de los negocios y casas exhiben pintadas y mensajes de cariño hacia el ídolo que se replican por todo el sector y una pareja de artistas plásticos decidió sumar su arte con un mural a sólo 20 metros de la casa familiar del rosarino que lo inmortaliza besando la Copa del Mundo de Qatar 2022.
Marlene Zuriaga y Lisandro Urteaga son las mentes detrás de la pintura que ya se comienza a bosquejar en las paredes del barrio en la ochava de 1ro de Mayo y Lavalleja. Son los mismos que estuvieron detrás del enorme mural del crack rosarino en la fachada de un edificio frente al Monumento a la Bandera y también las manos que pintaron un mural en la propia casa de Messi en el barrio.
“En La Bajada ya medio que nos adoptaron. Hicimos el primer mural acá en 2017 a una cuadra, en la canchita que cuando Leo era chico era un baldío”, le cuenta Marlene Zuriaga a RosarioPlus. Y agrega: “En pocos días va a estar terminado, si quieren pasar en la semana a ver el proceso, están invitados. Acá la última vez que estuvimos nos encontramos con gente de otros países que viene a conocer el lugar en el que se crió alguien que no nos cautiva sólo a nosotros los argentinos, sino al mundo entero”.
¿Cómo es el barrio donde se crió Lionel Messi?
La Bajada es un barrio de clase obrera ubicado en la zona sur de Rosario y es donde Lionel Messi creció y vivió hasta que su carrera lo obligó a radicarse en España. Allí se ubica también el potrero en el que el ídolo perfeccionó su técnica y que hoy es un club cultural y deportivo recuperado gracias al esfuerzo de los vecinos del lugar.
Las calles, paredes y postes de luz están siempre pintados con los colores de Argentina y en cada Mundial y evento de la Selección se decora con guirnaldas y enciende un ambiente festivo pocas veces visto en otros lados. Los vecinos comentan que el antiguo barrio de ferroviarios recibe constantemente visitas de turistas, nacionales y extranjeros, que llegan para fotografiarse en las calles que pisara el genio del fútbol en su infancia.
“El asfalto no existía, era tierra y al frente, donde está El Campito, había malezas. Teníamos que cortarlas para poder jugar y ahí jugábamos con Leo y sus hermanos”, recordó al diario El Tribuno Juan Pablo, amigo de Lionel y sus hermanos Matías y Rodrigo.
