El deporte adaptado es un camino que nos abre diferentes puertas para ver el mundo de otra manera. En este caso, la historia de Giovana Loiudice nos muestra que no hay límites para soñar y que con esfuerzo todo se puede conseguir: la rosarina es ciclista, compite en categoría tirciclo y ahora suma a sus logros ser la primera mujer argentina en competir en un Panamericano en este espacio.
Gio tuvo un accidente automovilístico que la dejó cuadripléjica; producto de esto tuvo que iniciar muchas terapias para recuperarse y en el camino se topó con el ciclismo. A pesar de que representa a Rosario en grandes competencias como la Vuelta de San Juan, la joven de 18 años no cuenta con sponsors solo con su mamá Sandra y la solidaridad de quienes se suman para ayudarla a seguir creciendo.
¿Quién es Giovanna Loiudice y cómo llegó a destacarse en el ciclismo?
“Soy una deportista en crecimiento”, así se define Giovanna. En diálogo con VíaRosario, contó que sus inicios en el ciclismo fueron a fines del 2017 pero de manera lúdica. Luego, su mamá Sandra, conoció a Cristian Cardozo, quién es hoy su entrenador: Gio llegó a las competencias “para incentivarla” en su recuperación.
“Primero salí con una tricicleta común, después mi mama conoció a Cristian: me empezó a entrenar y empecé a competir”, contó Gio y aseguró que no tiene una carrea preferida sino que “en todas las competencias que estuve me dije lo mismo: ‘Esta es la mejor, en esta salís primera, esta es tú carrera’”.
La primera carrera en la que participó fue en las Altas Cumbres en 2018 cuando tenía 15 años, ahí “le agarró el gustito y quiso seguir”, cuenta su mamá. Hoy es una de las integrantes del Seleccionado argentino que competirá del 14 al 19 de marzo en los Panamericanos en Maringa, Brasil.
“Giovanna perdió por microhemorragias el 75% de su capacidad cerebral, pero tiene memoria”, detalla Sandra para explicar porque shu hija “no tienen techo y probablemente tenga que cambiar de categoría porque ella esta diagnosticada con parálisis cerebral, pero la diferencia con los chicos que nacen con parálisis es que no tienen registro de funcionalidad en las neuronas, y Gio si”.
Gracias a la estimulación externa que recibe, sigue superándose día a día, aunque en el plano médico esto no cambie: “Ella siempre va a estar en el medio, porque clínicamente sus tomografías son como las del primer día del accidente, no se ve reflejada la mejoría que tiene”, explica su madre.
“Hay veces en las que quiero bajar los brazos y hacer alguna otra cosa, pero siempre me vuelve a seducir el ciclismo porque siento que puedo con todo, me siento libre. Siento que soy yo y rompo cualquier barrera”, cuenta muy segura la adolescente que con el correr de los años aprendió a divertirse y disfrutar de cada competencia.
La pandemia trajo cambios y complicaciones, pero Gio no se detuvo
La rosarina, como la conocen en el ambiente deportivo, terminó el colegio “convencional” el año pasado sin dificultades: nunca se llevó materias y le gusta mucho Física y Arte. Pero como a todos, la pandemia de coronavirus alteró sus días y no solo hizo que termine el colegio de manera virtual, sino que también frenó sus entrenamientos, que son parte de su terapia para seguir mejorando.
“La cuarentena fue terrible”, cuenta la deportista y Sandra comenta el impacto que tuvo en su hija: “Uno cumple con las reglas, ella se quedó adentro un año. Tuvo leves lesiones, ahora usa plantilla y casi que la tienen que operar por la falta de movilidad correcta, porque ella no podía pedalear con el barbijo y en ese momento no se podía salir sin él”.
A pasar de esto, ahora Gio sigue con sus terapias de lunes a viernes y entrenando para seguir superando sus marcas. “Ella sigue con su rehabilitación porque no tiene techo. Y entrena aparte. Todo lo que hace es funcional para su entrenamiento”, cuenta Sandra.
Giovanna no tiene techo, pero tampoco rival en Argentina
Su madre explica que “Giovana está al nivel de Pipo Carlomagno y Yanina Martínez” pero la diferencia es que “ellos tienen contra quién competir y Giovana no. Y eso da menos posibilidades de conseguir un sponsoreo, no tiene un rival. Ella compite contra su tiempo y esperando a que llegue alguien del exterior”.
Esta situación hace que sea “un camino muy pesado, a nivel personal y económico”. Todo lo recorrido por Giovanna es “a pulmón” y por la buena voluntad de sus conocidos o quienes escuchan su historia. “Llegó a un nivel que debería tener un sponsor”, sostiene Sandra y comenta orgullosa que en toda competencia cuando ven llegar a su hija la reconocen como “la rosarina”.
“Está representando a una ciudad importante como Rosario y recibe el espaldarazo político. Los rosarinos que se enteraron colaboraron siempre; pero pasa por otro lado”, comenta y muestra ese sabor amargo porque su hija, como tantos otros deportistas, no reciben el apoyo necesario.
La falta de apoyo económico a los deportistas, Giovanna no cuenta con sponsors
“Lo que uno busca no es movilizar desde la lástima o el enojo. Uno busca llegar a las partes fuertes: la gente que tiene el ‘poder momentáneo’”, remarca su mamá que es quién se ocupa de organzar rifas, colectas y demás movidas para juntar el dinero necesario para el traslado de Gio a cada competencia.
Al mismo tiempo reconocen que Rosario no tiene “cultura ciclista” y que la dificultad para conseguir patrocinador es para cualquier deportista. Ambas agradecen el apoyo de los rosarinos y sobre todo del grupo de profesionales que las acompañan, ya que adapta sus horarios a ella y a Rodados Sánchez, que “desde el anonimato le está poniendo la bicicleta a punto”.
El caso se Gio “se viralizó” en Rosario, cuando un grupo de delincuentes asaltó a su mamá en una plaza. En plena pandemia, ella aprendió a subirse a la moto de su mamá porque no conseguían transporte para ir a las terapias, pero los ladrones, en un violento asalto, se la robaron a Sandra y por eso están sin un medio de transporte propio.
Giovanna, orgullo rosarino y orgullo de Sandra, su mamá
Acompañar a Gio en cada paso de su vida, eso es lo que hace Sandra, y también busca darle las herramientas necesarias para que pueda seguir su camino de manera independiente: “Queremos algún sponsor porque los papás no podemos ser todo. Me ocupo de cuestiones técnicas, económica, social, todo. Ella ya es adulta, uno se tiene que correr”.
En cuanto a lo que se necesita para competir al nivel de Giovanna, Sandra detalla que es todo: indumentaria, repuestos de la bicicleta, traslados. Es por eso que apelan al interés de privados para poder costear estos gastos, que están por fuera de su “presupuesto”; para que los límites que tenga que superar Giovanna estén en una pista y no en lo económico.
Inclusión, palabra que deben deja de ser un slogan y volverse real
“Giovana se quedó en este plano para demostrar que vos podés cruzar una calle y toparte con la discapacidad del otro lado. Cualquiera de nosotros lo puede estar atravesando. Ella es ejemplo de que a través del deporte se puede hacer una vida lo mas convencional posible, con las mismas satisfacciones”, sostiene Sandra.
Al mismo tiempo, señaló: “La idea no es solo mostrar el caso de Giovana sino mostrar que existe un submundo: el mundo de la discapacidad y es maravilloso lo que uno toma conciencia. Hay que informarlo, visualizarlo, mostrarlo. Te da fuerza, ganas de vivir. Eso es la capacidad, las ganas que le ponen a todo”.
Además sostuvo que “es muy difícil asumir que tenés un hijo con discapacidad [..] Lo queres proteger, es muy cruel la sociedad. Por suerte, ahora cada vez se ve menos”. E insiste en que hay que “normalizar” ver a personas con otras capacidades o limitaciones, y pensar que se puede modificar como sociedad para que “todos estemos en la misma situación, con las mismas posibilidades”, sin hacer diferencias por cuestiones físicas, de género, sociales, etc.
Y concluyó: “Pedimos una sociedad inclusiva por el adulo que le pasa sus mandatos de discriminación a los más pequeños, los chicos vienen en blanco. Queremos hacer un slogan porque a todos nos cuesta hacernos cargo: de nuestras acciones, de nuestras discapacidades, dependencias”.
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