El mayor de los hijos de un joven de 27 años que sufre leucemia y está internado en Buenos Aires, le donó a su papá sangre para concretar un trasplante de médula ósea. Lo llamativo del asunto es que el niño tiene tan solo 8 años y su gesto se convirtió en en emblema de amor en el cordón industrial.
La familia es oriunda de Puerto San Martín y está movilizada desde que a Rodolfo Ferrero, de 27 años, le descubrieron leucemia y le comunicaron que era necesario un trasplante de médula. A partir de ése momento empezó la búsqueda de un donante compatible, tarea para nada sencilla.
Apareció uno en Alemania, pero la logística para acceder a la sangre y la no seguridad de una compatibilidad del ciento por ciento frustraron la concreción. Fue en ése momento que la mujer de Rodolfo pensó en sus hijos.
Casi inmediatamente, el valiente Alejo se estaba sometiendo al tratamiento de vacunas para poder iniciar la extracción de sangre. "Siempre dijo que era fuerte y que su sangre era sanita y que él iba a darle a su papá para que se salvara, nunca tuvo miedo", relató al programa Punto de Partida, de radio Máxima, su abuela Graciela.
"Voy a descansar y volver a donar sangre para que mi papá se salve, quiero que me llevé a pescar y a la isla cuando esté bien", transmitió la abuelo sobre los dichos de Alejo, que deberá someterse a una nueva extracción en algunas semanas.
El niño donante tiene además un hermanito de solo dos años y junto a su mamá, aguardan que papá Rodolfo regrese de Buenos Aires para darle un fuerte abrazo.
