El 24 de octubre de 2017 Iván Furiasse asesinó a puñaladas a su esposa Fernanda Laconca y a Camila, la pequeña hija que tenían en común. Ocurrió en la casa en la que vivían en barrio Acindar, y al llegar la policía, el asesino todavía tenía el cuchillo Tramontina en la mano. La Justicia lo declaró inimputable y lo derivó a un centro psiquiátrico en el que solo estuvo un año. Ahora está libre, y los familiares y amigos de las víctimas se movilizaron al respecto.
"Este hombre fue declarado inimputable porque supuestamente tuvo un brote psicótico cuando asesinó a Fernanda y a Camila. Pero solo estuvo un año internado, cuando el tratamiento que debía realizar era de por vida", señaló Georgina, una amiga de Fernanda.
"Nunca estuvo peso y en pocos meses empezó a tener salidas transitorias. Ahora se lo ve en recitales, en el shopping, cuando representa un peligro para todos", denunció en diálogo con Vía Rosario.
La joven manifestó que la resolución de declararlo inimputable adoptada por el juez Héctor Núñez Cartelle, apoyada en un informe elaborado por la Junta de Salud Mental del Ministerio de Salud de Santa Fe, no se puede revertir. Pero consideró que sí se podría hacer un seguimiento del estado mental del sujeto.
"Supongamos que tuvo este brote. Si hubiera tomado consciencia de lo que hizo no podría rehacer tan fácilmente su vida como lo hizo. Ahora tiene libertad total, y por eso pedimos que al menos esté internado en una clínica", exigió.
Georgina, junto a familiares y amigos se movilizaron este jueves hacia Tribunales, con pancartas recordando a las víctimas y fotos del victimario, como para que no se olviden de quién es.