Sandra Pettovello tiene 56 años y desde el 10 de diciembre está al frente de uno de los ministerios más polémicos del gabinete de Javier Milei: el de Capital Humano. Su inexperiencia en el mundo de la política suele ser cuestionada por la exigencia que su puesto requiere. Y, además, también se le cuestiona las anteriores labores que realizaba previo a la política.
Pettovello también es una “outsider”, como le gusta decir a Milei y a los suyos. Es periodista y uno de los trabajos que más se le recuerdan es el de productora de Luis Majul. El resto de sus ocupaciones pareciera intentar “esconderlas”: eliminó su propio website, en donde especificaba su CV. Claro que tarde: cuando lo hizo la información ya se había viralizado.
La ministra reconoció antes de asumir que cuando Milei le propuso el proyecto no se imaginaba que tendría “cuatro ministerios adentro”. De algún modo, también dio a entender que “no pensaba que llegaría tan lejos”.
Pettovello es la ministra más defendida tanto por el presidente como por las personas de mayor confianza de este: Karina Milei, Santiago Caputo y Manuel Adorni, entre otros. “Es lo más grande que hay”, dijo el vocero este lunes, sumado al calificativo de “mejor ministro de la historia”, que le había otorgado el propio Milei.
Desde el comienzo de su gestión tuvo hacerle frente a varios asuntos: hizo y recibió denuncias, debió prescindir de personas de su equipo, otros tantos le renunciaron, el mayor escándalo del Gobierno de Milei hasta el momento cayó de lleno en su ministerio (alimentos retenidos) y, como si fuera poco, este lunes se conoció que quisieron entrar a su propiedad en condiciones poco claras.
El mundo de la política y sus vericuetos parecen incomodar a una periodista, que soñaba con ser abogada y que se dedicó durante muchos años a ocupaciones que hoy pareciera querer dejar en el olvido.
A qué se dedicaba Sandra Pettovello
Su website, “licpettovello.com”, ya no se puede encontrar en internet, pero en las redes está disponible la información que la ministra mostraba allí antes de entrar a la política.
“Mi primera elección de carrera fue el derecho, me impulsaba la defensa de las causas justas, sin embargo pasado un tiempo sentí que esa rutina no era para mí y decidí estudiar periodismo”, reconoce en su perfil.
“Durante años ejercí como periodista y productora sin abandonar la búsqueda constante de ser fiel a mí misma y respetando mi inclinación por mi vocación de ayuda, fue así que ingresé en el mundo de la psicología y en el conocimiento acerca del comportamiento humano, motivación que aún hoy me mantiene apasionada”, agregaba en el texto.
Por último, argumenta que su “hilo conductor” vocacional “atraviesa tres pilares”: “El interés por las personas, mi vocación de ayuda y la importancia de la comunicación en los vínculos”.
El extenso apartado de formación académica de Pettovello está plagado de cursos y capacitaciones. Hay especial interés por lo referido a las “políticas y ciencias familiares”.
Luego, viene la parte de psicología. Una de las carrera que menciona es “Consultoría psicólogica”, que habría estudiado en la Escuela Superior de Psicología Social y Counseling. Es justamente esa ocupación la que genera más polémica y a la que se habría dedicado desde 2013 en adelante, según su propio CV.
Qué trataba Sandra Pettovello desde la “consultoría psicológica”
En curriculum, se especifica que se desempeñaba como Consultora Psicológica en un espacio particular. “Atención a consultantes con conflictos vinculares, crisis vitales, orientación vocacional y planeamiento de carrera laboral. Desarrollo personal y bienestar”, especificaba sus tareas.
En sus numerosos cursos y capacitaciones se destacaban también: Programa de Posgrado en Ciberpsicología; Educación Emocional Personal, Primeros Auxilios Psicológicos; “Cómo hacer terapia Online”; Terapia breve centrada en Soluciones; Posgrado en Duelo; Curso Psicoeneagrama; y Mindfulness.
Además, en el curriculum de Pettovello aparece un entrenamiento en Primer nivel de Reiki.
Al capítulo “cholulo” de su matrimonio con Pablo Rago en los ‘90 y su desconocimiento sobre el Ministerio que ella misma iba a encabezar, se suma un extenso curriculum con numerosas preparaciones que nada tienen que ver con la administración pública.