Despido, abrazo y siete meses de un gabinete nacional sin tregua

El pasado miércoles, Milei echó al secretario de Bioeconomía y blanqueó el poder en agricultura del ministro Caputo, quien aceptó volver a posar junto a Sturzenegger para despejar rumores de conflictos.

Desfile del 9 de Julio encabezado por el presidente Javier Milei. (Federico López Claro)
Desfile del 9 de Julio encabezado por el presidente Javier Milei. (Federico López Claro)

El gabinete nacional de Javier Milei sufre altas y bajas desde el 10 de diciembre de 2023, cuando asumió sin poder completar el organigrama de todas las áreas de Gobierno con nombres propios. Ese dinamismo provocó el recambio de más de medio centenar de funcionarios en apenas siete meses de mandato.

En último eyectado fue el ahora exsecretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, cuya remoción era un secreto a voces al que sólo le faltaba la firma de Milei.

Fernando Vilella, el último despido del Gobierno.
Fernando Vilella, el último despido del Gobierno.

Vilella se enteró de su salida al regresar de una gira por Asia donde negoció distintos acuerdos. Fuentes oficiales admitieron que la decisión de su reemplazo estaba tomada desde hacía varios días y que se aguardó su vuelta al país para no empañar los objetivos del viaje.

Pero la salida de Vilella no sólo es un cambio de funcionario sino que también provoca una reformulación de fuerzas dentro del gabinete donde suma poder el jefe del Palacio de Hacienda, Luis Caputo.

El cambio también alcanzó al nombre de la dependencia volvió a llamarse Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. El nuevo titular, Sergio Iraeta, se desempeñaba como subsecretario de Producción Agropecuaria y Forestal. Esta última quedó a cargo de Manuel Chiappe, quien era el jefe de Asesores de la secretaría.

Iraeta es dueño de empresas que manejan explotaciones agropecuarias en distintas provincias, incluso en Córdoba, y tiene estrechos vínculos familiares con Juan Pazo, secretario de Planeamiento y Gestión y hombre vinculado a Caputo.

Desde el Gobierno buscaron bajarle el tono a esta nueva salida en el gabinete: “Tal vez Fernando no podía alinearse a algunos objetivos del Gobierno”, señaló el vocero presidencial Manuel Adorni al referirse al despido.

El abrazo de dos viejos conocidos

Con estos movimientos, quien sale fortalecido es el ministro Caputo, que en las últimas semanas siguió acumulando poder dentro del gabinete a partir de los resultados que alcanzó en materia fiscal y reducción de la inflación.

Caputo y Sturzenegger dejaron en claro que no hay ninguna diferencia entre ellos.
Caputo y Sturzenegger dejaron en claro que no hay ninguna diferencia entre ellos.

Con espalda ancha, Caputo no tuvo mayores inconvenientes en posar nuevamente con el nuevo ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.

Luego del intercambio amigable que tuvieron en el desfile militar del 9 de julio, Sturzenegger dejó, días atrás, su despacho en la Casa de Gobierno y se cruzó hasta el Palacio de Hacienda para sentarse en el escenario del microcine a dos sillas de Caputo con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos ,entre ambos. La excusa fue el lanzamiento de “Argentina Emerge”, un programa de beneficios para las vacaciones de invierno, que a la usanza del “Previaje” del kirchnerismo busca abaratar presupuestos para incentivar el turismo en una temporada que no aparece con los mejores pronósticos.

De esta manera, el Gobierno quiso dar una señal de convivencia política entre dos funcionarios de peso que, sin dudas, más temprano que tarde tendrán que definir intereses entrecruzados.

Larga lista

Con el despido de Vilella ya son más de 50 los funcionarios que dejaron el gabinete nacional, siendo el más relevante el alejamiento de Nicolás Posse de la jefatura de Gabinete, que también arrastró a Silvestre Sívori, como titular de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI).

En la lista se anotan otros nombres de peso como el exministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, cuyas funciones también fueron absorbidas por Caputo, que de esta forma ya maneja el Banco Central, la obra pública, el sector energético y ahora también el agro.

También se suma el despido de Osvaldo Giordano como titular de Anses, luego del primer intento fallido de aprobar la “ley Bases”. Junto al cordobés, también cayó en desgracia Flavia Royón, quien sobrevivió como secretaria de Minería -viniendo de la administración de Alberto Fernández-, a partir de un acuerdo con el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, que se rompió cuando los legisladores de esa provincia votaron en contra de la ley insignia del Gobierno de Milei.