Esta semana se registró la medición más baja en los últimos 12 meses del río Paraná. Pese a las lluvias que se registraron en la zona de Corrientes y que nutrieron al río, desde Prefectura informaron que la medición fue de 1,60 metros el día jueves en el puerto de la capital entrerriana.
La bajante del río se hace sentir y quienes conocen la zona advierten sobre la presencia de grandes bancos de arena, agua estancada y la corriente nula del Paraná. En los alrededores del puerto se puede observar la arena seca y el pasto que empieza a crecer en el lugar.
Las personas que practican canotaje o navegan por el lugar son los que más notan este descenso del agua. "Está demasiado bajo. Todo es playa, mugre, arenales y el río está estancado. Corre a seis kilómetros por hora en épocas normales, pero ahora nada. Entre las dos islas se pasa con los kayaks de suerte", señaló Pablo Taulada, profesor en la Escuela Municipal de Canotaje, según informa UNO.
Taulada espera que llegue el agua desde la zona norte del país para que se limpie el cause y los chicos que reman en el lugar, los días martes y jueves, puedan hacerlo con normalidad. Pero además, el profesor advirtió que este fenómeno hizo que la zona se llenara de rayas por lo que hay que tener cuidado y "respetar su espacio".
Los registros del Instituto Nacional de Agua entre 1992 y 2016 establecen que el promedio de altura del río Paraná en el puerto capitalino es de 2,58 metros para esta época. Es por eso que se encendieron las alarmas, pero se estima que en los primeros 10 días de octubre llegue a superar los 2 metros.
Las lluvias anunciadas para la región podrían ayudar a que el río crezca pero la bajante continuará un par de semanas más. Ante este panorama, se recomienda a los navegantes que lo hagan con "extremo cuidado".