La Justicia de Oberá investiga el robo de aproximadamente 3.000.000 pesos del secadero de yerba mate San Miguel S.A., hecho por el cual fueron demorados dos empleados de la firma, pero se presume que la autoría del ilícito estaría cargo de un grupo de delincuentes (foráneos) que también habría actuado en otros dos asaltos en la provincia, con el mismo modus operandi.
Al menos dos hombres entraron por la fuerza el sábado a la madrugada al secadero de la familia Urrutia del barrio Villa Svea y se llevaron la caja fuerte de la oficina, conteniendo más de 2.500.000 pesos y algo más de dinero de otra caja de seguridad. Por el hecho primeramente fueron detenidos dos empleados del establecimiento, se hicieron varios allanamientos en la ciudad, pero no se habrían hallados indicios para vincularlos con el asalto.
La investigación es llevada adelante por la división Investigaciones de la Unidad Regional II en conjunto con la Seccional Tercera y en la tarde del pasado lunes fueron detenidos dos hombres de 20 y 32 años, empleados de la firma.
El propietario de la empresa, un hombre de 73 años, denunció que violentaron la puerta principal del sector de oficinas y sustrajeron una caja fuerte metálica con aproximadamente 2.500.000 de pesos, una mochila que contenía una notebook y otra suma de dinero (no especificada) que se hallaba en otra caja de seguridad.
Tras la denuncia, los investigadores se abocaron a las tareas tendientes a esclarecer el ilícito. En ese contexto y mediante un rastrillaje realizado en inmediaciones del lugar, hallaron abandonada la caja fuerte sin la plata que había en su interior.
Con el correr de las horas, los investigadores no descartan que pudieran haber actuado en el robo los integrantes de una banda de delincuentes foráneos que están en la mira de la Policía, por dos asaltos registrados en los municipios de Cerro Azul y Aristóbulo del Valle.
En esa dirección, habría sido identificado el sábado a la madrugada –merodeando la zona- un vehículo en el cual se desplazaban los ladrones y se investiga alguna conexión local, que habría aportado datos certeros del secadero asaltado y de la existencia del dinero sustraído.
La causa recayó ante el Juzgado de Instrucción N°2 de Oberá, a cargo por subrogación del juez Civil y Comercial Uno, Ricardo Alfredo Cassoni, quien ordenó los allanamientos y una serie de pericias al respecto.