La comunidad de Campo Grande amaneció conmocionada tras el hallazgo del cuerpo de Alfredo Sosa, un vecino de 69 años, en el arroyo que atraviesa el barrio Segovia. La Policía de Misiones inició una investigación para determinar las causas del deceso y aunque no se descartan hipótesis, los indicios preliminares sugieren que problemas de salud preexistentes podrían haber contribuido al desenlace fatal.
El operativo policial comenzó luego de que vecinos detectaran una figura sobresaliendo entre las aguas del arroyo. Peritos de criminalística confirmaron la identidad del fallecido y el examen preliminar reveló que presentaba un traumatismo de cráneo con herida cortante. A fin de determinar las causas exactas de la muerte, se dispuso la realización de una autopsia en la Morgue Judicial de la capital provincial.
En el lugar del hallazgo, los investigadores recolectaron diversos elementos, entre ellos una botella de plástico de caña, que podría contribuir a la reconstrucción de los hechos.
Para esclarecer los últimos momentos de Sosa, la policía entrevistó a familiares y vecinos. Según testimonios, el hombre fue visto por última vez durante la tarde noche del martes, compartiendo bebidas con dos amigos del barrio. La reunión se extenderá hasta las 22 horas, cuando Sosa se retire para regresar a su hogar, ubicado a pocos metros de distancia. Sin embargo, nunca llegó a su destino.
Las declaraciones de los acompañantes indican que no escucharon ruidos ni pedidos de auxiliares tras su partida, y señalan que el trayecto que tomó Sosa es conocido por su falta de iluminación, lo que lo hace particularmente peligroso por la noche. Además, según los testimonios de familiares, Sosa enfrentaba problemas de consumo de alcohol, tenía dificultades visuales en su ojo derecho y padecía afecciones cardíacas que nunca fueron tratadas. Estos factores están siendo considerados por los investigadores para entender las circunstancias del trágico desenlace.