El pasado miércoles 8 de marzo se vivió un momento de violencia y tensión en el colegio CPEM N°34 de Neuquén cuando un padre golpeó a una maestra e insultó a todos los directivos mientras brindaban una charla por el Día Internacional de la Mujer por un presunto accidente que sufrió su hija.
El padre de la alumna entró a la institución para interrumpir la charla sobre los derechos de la mujer en el saludo a la bandera y golpeó a una maestra por un motivo que los directivos desconocían porque el hombre “estaba sacado”.
Luego, el padre de la alumna fue directamente a la preceptoría para enfrentar a los docentes. El hecho preocupó a todos los presentes, quienes no lograban entender el enojo del hombre. Al parecer, su hija sufrió una situación en la calle y al enterarse fue corriendo al colegio e ingresó a los gritos.
El señor estaba totalmente descontrolado, se acercó a una docente, la insultó y le pegó con una piña. La mujer llegó a defenderse con una mano, pero se luxó dos dedos ante el impacto y la fuerza del hombre.
El lunes comenzaron las clases en el colegio y las autoridades decidieron hacerlo con una charla de sensibilización y reflexión, ya que a esta unidad educativa asistía Luz Prieto, víctima del doble femicidio con su madre, Norma Morales. “No queríamos empezar el año como si nada pasara y rechazamos la violencia”, aseguró una docente.
El escándalo terminó con una denuncia y un pedido de perimetral en el Ministerio Público Fiscal. Además, las autoridades educativas informaron que este jueves los alumnos no iban a tener clases hasta que se aclare lo sucedido.
El acto de violencia fue repudiado y condenado por las maestras, los preceptores y todas los directivos de la institución, como así también lo hizo Angélica Lagunas, la secretaría general de ATEN Capital.
La palabra de una de las secretarias del colegio de Neuquén
Verónica, una de las secretarias de la institución, dialogó con LM Neuquén y contó que lanzaron un comunicado de prensa, en el cual los preceptores aseguraron que fueron víctimas de violencia por parte del padre de una alumna.
Luego, la secretaria dijo que intentaron calmar al padre, pero era imposible. “El señor se retiró y se llevó a la persona que quería llevarse y fueron a la ART y después de toda la situación se hizo una reflexión con el estudiantado que había sido testigo con ese nivel de violencia”, indicó. “Seguiremos con protocolos institucionales, nada justifica las descalificaciones ni las amenazas”, concluyó.
