Asesinaron a su padre, un subcomisario de Neuquén, y se unió a la Policía en su memoria

Del dolor que le provocó aquella muerte, Victoria se superó a sí misma y siguió los pasos de su padre. Ahora bien, en el proceso comprendió los riesgos que la profesión tiene.

Asesinaron a su padre, un subcomisario de Neuquén, y se unió a la Policía en su memoria
Asesinaron a su padre, un subcomisario de Neuquén, y se unió a la Policía.

El 5 de octubre del 2014 es una fecha que marcó para siempre a Victoria Garro, pues ese día asesinaron a su padre, el oficial Víctor Garro. Con tan solo 17 años, la joven de Neuquén decidió, a partir de aquello, unirse a la Policía y vivió en primera persona los riesgos que implica la profesión.

“Cuando a mi viejo lo mataron, sentí que a nadie le importó. Para todos habían matado a un policía más, no habían matado a un papá, a un esposo, a un hermano o a un amigo. Solo fue un policía más”, señaló la muchacha. Luego de que lo asesinaran, fue ascendido a subcomisario post mortem. Víctor tenía 42 años y dos hijas. Perdió la vida durante un operativo de rutina en la toma El Mirador de Añelo, según detalló LM Neuquén.

Cómo fue el último operativo de Víctor Garro

Aquel día gris se preparaban todos expectantes para el clásico del fútbol argentino entre Boca y River. El oficial tenía todo planeado: ver el partido en la Comisaría y luego regresar a su casa en Centenario, claro, si no había ningún incidente de por medio.

Asesinaron a su padre y ella decidió unirse a la Policía.
Asesinaron a su padre y ella decidió unirse a la Policía.

Aquella mañana, alrededor de las 10:15, recibieron un llamado por un problema en la manzana 5, lote 7 de la toma El Mirador. Según los vecinos del lugar, había dos hombres que disparaban a la casa de una familia con niños dentro.

En seguida, la policía se dirigió al lugar en un auto común perteneciente a un agente de turno, pues no había vehículos de oficiales. Allí fueron el agente Cristian Alegría, el sargento primero Luis Sasso y, por supuesto, el oficial inspector Víctor Garro.

Una vez en el lugar les indicaron de dónde se originaban los disparos y Garro decidió cruzar a la casa en la que se hallaban los agresores. Con lentitud, se acercó a la puerta, siempre siguiendo el manual de procedimiento.

Víctor Garro, el oficial y luego subcomisario asesinado en Neuquén.
Víctor Garro, el oficial y luego subcomisario asesinado en Neuquén.

“¡Alto! ¡Policía!”, gritó mientras se acercaba más a la entrada. Sin embargo, los atacantes abrieron fuego y Víctor fue víctima de un tiroteo. Recibió varios balazos con una pistola 9 milímetros. Luego todo se sacudió como en las películas de acción: las balas golpearon su chaleco antibalas y lo hicieron tambalear, pero desgraciadamente uno de los proyectiles lo atravesó de costado, a la altura de la axila.

Cayó al suelo envuelto en su sangre, que con los segundos perdía cada vez más. Mientras se desangraba, sus compañeros fueron quienes recibieron el resto de los disparos y debieron esquivarlos.

Asesinaron a su padre, un subcomisario de Neuquén, y se unió a la Policía. (Imagen ilustrativa).
Asesinaron a su padre, un subcomisario de Neuquén, y se unió a la Policía. (Imagen ilustrativa).

En un momento, el fuego paró y los criminales intentaron fugarse por un costado de la vivienda, pero los uniformados lograron detenerlos. Gracias a esto, dieron con la 9 milímetros y con un revolver calibre 38 que no se habría utilizado. En ese mismo lugar, Garro murió a los minutos del impacto. Según la autopsia, sufrió un shock hipovolémico, es decir, un paro causado por la pérdida de sangre.

Cómo era la relación entre Garro y su hija, que hoy sigue sus pasos en la Policía de Neuquén

Cuando Victoria era muy chica, sus padres se separaron y Víctor se mudó con su nueva pareja a Centenario. Como ella vivía con su madre en Loncopué, podía visitarlo los fines de semana únicamente.

Victoria Garro, la joven neuquina que sigue los pasos de su padre en la Policía.
Victoria Garro, la joven neuquina que sigue los pasos de su padre en la Policía.

En este sentido, la joven recordó: “En ese momento de la vida, mi viejo había comenzado a trabajar en Añelo porque quería pasar más tiempo conmigo, y hasta me contó que iba a dejar de hacer adicionales. Yo estaba saliendo de la adolescencia, terminando la secundaria y, la verdad, lo necesitaba muchísimo”.

El día antes, un sábado, a eso de las 17 horas, su papá se fue a trabajar y Victoria, que estaba durmiendo la siesta, se despertó y le pegó un grito antes de que se vaya para saludarlo: “No te quería despertar. Suerte mañana con tu examen de danzas. Cuando llegue hacemos algo”, fue lo último que le dijo a la muchacha.

Le dio un beso, le hizo cosquillas y se fue. Era la última vez que se verían, pero ninguno lo sabía. A la mañana siguiente todo siguió su rombo normal y ella rindió danza en la academia; pero las malas noticias llegaron a las pocas horas.

Al terminar su examen, entre las notificaciones de Facebook ve un mensaje terrorífico de parte de un señor: “Lamento mucho lo sucedido. Tu viejo era un gran hombre”. Al seguir revisando su celular, y completamente extrañada, descubrió una fila de llamas perdidas de su madre. En seguida le entra otra y atiende.

Era mi mamá que me decía que no hablara con nadie y la esperara, que no me fuera de la academia. La verdad, no entendía nada”, recordó Victoria. En seguida, el móvil de la Policía apareció en la puerta del instituto y dos uniformados se acercaron a ella.

Asesinaron a su padre, un subcomisario de Neuquén, y se unió a la Policía.
Asesinaron a su padre, un subcomisario de Neuquén, y se unió a la Policía.

Los uniformados confirmaron que era la hija de Víctor, y ella comenzó a hacer preguntas, pero nadie respondía. Justo en ese momento el auto de su mamá estacionó afuera y ella bajó corriendo, gritando que era su madre.

“Me abrazó fuerte y me dijo todo sin dar vueltas: ‘Mataron a tu papá’. Ahí se me vino todo abajo, se me derrumbó la vida”, expresó la muchacha. Los siguientes días y las siguientes noches estuvieron inundadas en llantos y angustias.

La relación con su padre era casi única, llena de bromas, risas y camaradería. Ella era su calco, tenían el mismo humor, gustos. Lo único que los separaba era que él se expresaba fan de River y ella hincha de Boca, pero ni las más mínimas rivalidades podían separarlos un segundo.

Asesinaron a su padre, un subcomisario de Neuquén, y se unió a la Policía.
Asesinaron a su padre, un subcomisario de Neuquén, y se unió a la Policía.

Victoria indicó entonces: “Tuve mucha bronca con Dios porque sentí que no me dejó tener papá y que cuando lo estaba comenzando a disfrutar y más lo necesitaba, me lo arrancó”.

Entre el 11 y el 15 de mayo del 2015, Victoria -con tan solo 17 años- presenció el juicio contra los responsables por la muerte de su padre. Emilio Ruiz Valdevenito, de 61 años, y su hijo Héctor Hernán Ruiz Herrera, de 31, eran los dos chilenos radicados en el país desde hacía varios años que estaban entre los acusados: ambos fueron declarados culpables y toda la familia se fundió en un abrazo lleno de angustia. Se había hecho justicia, pero Víctor no estaba con ellos y nada lo traería de vuelta.

Luego de ser mamá a los 20 años, Victoria decidió al año siguiente que se uniría a la Policía. “Desde chiquita había querido ser policía porque en la familia de mi papá todos han sido integrantes de distintas fuerzas de seguridad. Mi abuelo fue policía, y mis tíos y tías eran policías o gendarmes. Así que fue hasta una cuestión de sangre si se quiere”, confesó.

Pero cada vez que ella se lo comentaba a su padre, él respondía que no debía hacerlo, pues era una labor muy sacrificada, en donde las familias sufrían mucho. No obstante, como él ya no estaba entre ellos, la joven se presentó y entró al área de personal haciendo tarea de visionado de cámaras.

Actualmente, se encuentra en la División de Sueldos, al tiempo en que se especializa en criminalística, el área en el que le gustaría estar en el futuro. Si bien durante años fue poco el tiempo que pasó con Víctor (aunque en esos cortos ratos se disfrutaban al máximo), en medio de su trabajo, habiendo ingresado a la Policía, la joven entendió por qué él se ausentaba tanto.

Víctor Garro, el subcomisario asesinado en Neuquén cuya hija sigue sus pasos.
Víctor Garro, el subcomisario asesinado en Neuquén cuya hija sigue sus pasos.

Los últimos años le prometieron estar más presente y dejar de lado las adicionales para recuperar el tiempo perdido con ella. Pero el destino separó sus caminos. “Un compañero de mi papá que estuvo en el procedimiento me contó: ‘Yo tomé a tu viejo en mis brazos cuando estaba en el suelo, miró al cielo, sonrió y murió’. Estoy convencida de que esa última sonrisa fue al pensar en sus hijas“, finalizó Victoria entre lágrimas.