Franco Otobello tiene 21 años y vive en la localidad rural de Phillips (Junín). Es el mayor de cuatro hermanos y, junto a su humilde familia, viven en una pequeña y precaria casa donde el día a día es por demás difícil: hacinamiento, pocos ingresos y -por ende- poco para comer.
Los niños (Franco y sus hermanos de 17, 13 y 6 años) suelen frecuentar el Merendero María Silvia, ubicado en ese mismo distrito, para tener algo que comer todos los días (asiste a casi 250 niños de forma diaria). Y es precisamente desde este espacio donde se está encabezando una campaña solidaria para ayudar a Franco a tener su propia habitación, un espacio digno y adaptado para su día a día. Porque Franco tiene una parálisis cerebral y su rutina transcurre entre su silla de ruedas adaptada y una cama. Pero en la pequeña habitación que comparte con sus hermanos no hay lugar para la silla, y -por lo general- no tienen resguardo y quedan a la intemperie, expuestas al sol y las lluvias.
“Empezamos esta campaña para que Franco pueda tener un lugar más digno. Él no puede hablar ni caminar por su cuenta, y la mayoría del tiempo está acostado. Ni siquiera tiene una silla postural o adecuada, por lo que es muy difícil la situación de la familia”, sintetiza la encargada del merendero, Brisa Moyano.
Por esto mismo se han propuesto una meta bien clara: conseguir los 250.000 pesos que Franco y su familia necesitan para poder construir en su vivienda una habitación separada para el joven, con el espacio necesario para que su silla de ruedas y su andador queden bajo techo. Y para que pueda tener su propio espacio e intimidad, por separado a sus hermanos.
Desde el comedor están juntando fondos por distintos medios para poder cumplirle este sueño a Franco, y poder -al menos- intentar mejorar su calidad de vida. “También necesitamos pañales de adulto y un colchón antiescaras”, agrega Brisa.
Solidaridad
La habitación de Franco y sus hermanos es de tres metros por tres metros. Allí duermen y pasan gran parte del día los cuatro hijos de un hombre que se gana la vida como trabajador rural y su esposa, quien es ama de casa y dedica su vida a estar con y cuidar a sus hijos. “Es una familia muy humilde”, acota la encargada del Merendero María Silvia, que desde 2007 asiste -a pulmón- a los niños de ese paraje rural.
“En este tiempo ya pudimos construir dos habitaciones para otros chicos y chicas con discapacidades que asisten al merendero. Una de ellas es Flor, que está en silla de ruedas; y el otro es para Lázaro. Por eso ahora vamos por la habitación de Franco. Él es parte de una familia numerosa, que vive en una casa humilde con dos dormitorios. Pero Franco necesita su espacio. Con todo lo que ha pasado en la pandemia, no lo pueden llevar al centro de rehabilitación. Y en la habitación en que duerme con los hermanos no entran sus cosas”, insistió Brisa.
Como ayudar
Por las redes sociales, Brisa y toda la comunidad han iniciado una campaña solidaria para poder juntar los 250.000 pesos que necesita Franco y la familia Otobello. “Necesitamos que cada persona colabore con lo que pueda y desee. Tenemos que juntar más de 250.000 pesos, que es lo que nos saldría la construcción y mano de obra de albañiles para construir su habitación. Estamos haciendo la colecta por Mercado Pago o a través del CBU de la cuenta del Merendero María Silvia. Es el sueño de Franco poder tener tener su habitación propia”, sintetiza la referente social.
El material que necesitan comprar es 1.800 ladrillos, 30 bolsas de cemento, 20 bolsas de cemento Corseplast, 15 varillas de hierro del número 6, diez palos de 6 metros, dos rollos de membrana, cuatro metros de arena, y cuatro metros de ripio.
Quienes puedan y deseen colaborar, pueden hacerlo vía Mercado Pago al mail moyanobrisas@gmail.com o a la cuenta del Banco Nación 4380912739, CBU: 01104381-30043809127397, sucursal 2990, caja de ahorro en pesos.