El rugby femenino se viene desarrollándo en Mendoza desde hace poco más de 15 años con torneos de Primera y Juveniles, poniendo énfasis en fomentar la actividad en la rama. Y el responsable de su crecimiento es Carlos Efimenco, Oficial de Desarrollo y Difusión de la provincia, dentro de la URC (Unión de Rugby de Cuyo).
Efimenco (47) viene trabajando con el femenino desde el 2013, cuando la URC comienza a entender la importancia de incluir a la rama en sus actividades, con la necesidad de sumarlo de cara a la exigencia a nivel nacional de la Unión Argentina de Rugby, que ya cuenta con seleccionados de presencia internacionales y olímpica, como es el equipo de las Yaguareté.
Por lo que, en concordancia, la provincia busca instalar en la comunidad del rugby su práctica y desarrollo, y el compromiso de los clubes, entrenadores y jugadoras para que entre todas las partes, el rugby femenino se haga fuerte como en el masculino.
“Vengo de un club chico, Universitario. Allí aprendí de necesidades y cómo cubrirlas. Me hizo un guerrero y con el femenino soy igual. Es una parte del rugby con pocos recursos, pocas canchas, árbitros, jugadores y entrenadores. Pero lo veo potencialmente muy bueno”, confió Efimenco a Vía País. “Sé que les puedo transmitir pasión por esta lucha de crecer. Es Mi compromiso”, agregó.
Cuál es la función de Efimenco en el rugby femenino
Efimenco, desde que comenzó con su función en la URC, con el desarrollo del rugby -primero con el masculino y después con el mujeres-, se propuso darles un lugar a las mujeres.
Y sin saber nada de la actividad femenina, se puso como meta aumentar la cantidad de jugadoras y tomar la posta de fomentarlo no sólo en el Gran Mendoza, sino en el Este, Valle de Uco y Sur provincial. E incluyó en el plan formar a jugadoras como a entrenadores, dirigentes y árbitros.
“Hay que laburar, no sólo en la captación de nuevas jugadoras sino de quienes las contengan y las entrene. El objetivo fundamental es que el femenino funcione con las mismas chicas, que se involucren y haya en todos los roles representaciones femeninas”.
“Desde la UAR y sus Oficiales de Desarrollo hicieron posible crear un lugar que ocupe una mujer, una ex jugadora que se comprometa y ocupe otras funciones. Hoy contamos con Julieta Vignolo, referente rugby en Mendoza que coordina las competencias. Y a Gisela Aruta, ex Tordos y primera árbitro mendocina, nominada por la URC para asistir en el Nacional de Clubes”, confió el dirigente.
Sin diferencias en el rugby femenino
“La única diferencia que tenemos entre el masculino y el femenino, es el tiempo que llevan los varones practicándolo. Porque el trabajo que se hace en la URC es igual para ambas ramas. Se dispuso un Centro de Formación para juveniles (de M14 a M17) tanto para varones como para mujeres. Donde los clubes envían a sus jugadoras para un entrenamiento adicional de cara a futuros seleccionados. Allí se los trata de formar, no sólo en el juego sino en hábitos llamados “invisibles”; es decir, nutrición, descanso, estudios, entrenamientos complementarios”, confió Carlos, quien además es entrenador de M16 de desarrollo masculino.
Y aclaró: “Este Centro no es solo para rugbiers, sino también para formar a entrenadores, algo que escasea en el femenino y es imperioso tenerlos para su desarrollo”.
Cuántas mujeres practican rugby en la provincia
El rugby femenino se inicia, por lo general, con padres que fueron rugbiers y al ver que sus hijas no pueden practicarlo una vez cumplidos los 12 años, comienzan a empujar para que se forme la división.
Actualmente hay 25 infantiles jugando en equipos mixtos y la URC vio la necesidad de incorporar la rama juvenil (además de las mayores), que cada vez son más. Hoy se cuenta en Mendoza con alrededor de 201 jugadoras y el objetivo es continuar aumentando, ya que “en las juveniles es donde tenemos el problema y la pandemia afectó mucho en ese aspecto”.
Justamente “sufrimos la baja de Universitario femenino en el pasado Nacional porque no daba con la cantidad mínima de juveniles (12), algo que se venía advirtiendo desde el año pasado cuando se nos informó desde la UAR ese requisito para poder participar. Se les exigió a los clubes incorporar jugadoras en esa división formativa o de desarrollo, pero no lograron cumplir con el mínimo y quedaron excluídas”.
Y en el caso de Rivadavia, club que creció exponencialmente en juveniles, pero tampoco pudo participar al Nacional debido a que “se requerían 12 jugadoras de las categorías 2004, 2005 y 2006, y sólo llegaban con 6”, detalló el Oficial de Desarrollo.
Qué se viene en el rugby femenino
Para este año la UAR propuso a las diferentes uniones del país formar equipos y torneos de rugby XV, sosteniendo el Seven (olímpico), pero tomando en cuenta un proceso de cinco años.
“No esperamos tener rugby XV femenino para el año que viene. Del Seven, pasaremos al X y después al XV. Pero sí queremos comenzar a desarrollarlo dándole a las chicas herramientas, con cuatro fechas más de partidos durante este 2022, pese a que el torneo oficial ya finalizó. La idea es poder jugar con scrum como el M14 masculino, donde no se empuja para empezar encaminarlas hacia el XV”, dijo Efimenco, quien proyecta esta modalidad para los próximos años.
Y concluyó: “Se necesitará formar a las forward (el rugby XV se requiere de 8). Comenzaremos a trabajar en el Centro con chicas que cuenten con las condiciones físicas, que incluso hoy, quedan afuera por contextura y velocidad. En el XV serán incluidas en puestos de primera, segunda y tercera línea y queremos que ellas se hallen e identifiquen y los puedan aprovechar”.
