El abogado querellante en el Caso Próvolo, Sergio Salinas, confirmó que la Justicia pidió la detención de Kosaka Kumiko, una monja japonesa que -según una presunta víctima- fue cómplice de los abusos sexuales cometidos a niños y niñas de la institución por parte de los curas. Presumen que la mujer ya no está en el país.
Su detención fue solicitada luego de que una chica declarara que fue abusada cuando tenía 5 años. Habló de un ático con cadenas y esposas y de una monja que sabía que los curas les mostraban pornografía a los menores.
La víctima denunció que en una oportunidad la religiosa le puso un pañal para contener la hemorragia que había sufrido producto de una violación.