Tras la declaración de una testigo y víctima de los ataques sexuales ocurridos en el Instituto Antonio Próvolo de Luján, la Justicia realizó una inspección ocular al edificio y localizó una habitación en el altillo donde los curas "encadenaban y abusaban de los chicos hipoacúsicos", afirmó la denunciante.
La víctima aportó "significativos datos a la Justicia tras lograr declarar, luego de contar con apoyo psicológico, los martirios vividos en el instituto educativo en el que estuvo interna desde los cinco años y apuntó contra las monjas del lugar por complicidad", señalaron fuentes de la investigación.
El abogado querellante, Sergio Salinas, detalló que "al momento de abrir la puerta todo era muy tétrico y oscuro, donde tenían que estar las cadenas enganchadas de la pared y colgando, había un hueco en el cemento".
La víctimadijo que fue ese lugar donde la abusó el cura Horacio Corbacho (55), uno de los cinco imputados en la causa bajo el delito tipificado como "abuso sexual agravado por guarda y corrupción de menores".