La Secretaría de Culto del Gobierno nacional ya dio el visto bueno para que Mendoza se quede con el inmenso predio donde hasta el año pasado funcionó el instituto Antonio Próvolo para chicos con hipoacusia, y que fue lugar de horror y abusos sexuales perpetrados contra decenas de niños y niñas, durante al menos diez años.
Las gestiones las realizó la vicegobernadora de Mendoza, Laura Montero, ante el representante del área, Santiago de Estrada. "El secretario estuvo de acuerdo en respaldarnos y voy a seguir trabajando para concretarlo", aseguró la vicegobernadora a Diario UNO.
Lo necesario para que esto suceda es hacer un proyecto de ley que autorice el proceso de expropiación, sancionarla y concretar el pago. Luego se puede efectuar el proyecto educativo que el Gobierno decida, y que favorezca a las personas a las que este proceso ha afectado en lo personal, en lo familiar, y en lo social.