Un hombre de 35 años que "toqueteaba" a su compañera de trabajo y, a pesar de las advertencias de la mujer, él consideraba que era parte de un juego y que podía seguir manoséandola como si nada , podría ir a prisión ya que pesa sobre él una condena de 8 meses en suspenso por el delito de abuso sexual simple.
Durante el juicio en los tribunales de San Martín, en Mendoza, el muchacho quiso defenderse diciendo que era gay y que por eso se trataba de "juegos y chistes", tal como él los definió. "No tenían ningún interés sexual", agregó.
"Pasaba por detrás y me tocaba la cola, otras veces los pechos, a veces me pellizcaba por debajo del mostrador sin que el cliente se diera cuenta e incluso, llegó a meterse al baño cuando yo estaba adentro", contó durante el juicio la víctima, de 32 años. Ella aseguró que esa situación se prolongó por casi tres años, hasta que no soportó más y lo denunció.