El sacerdote Miguel Yáñez, único argentino miembro de la Comisión para la Protección de Menores creada por el papa Francisco, aseguró que en Argentina hay una "cuestión muy flagrante" de abusos de menores y reconoció que en el caso del Instituto Próvolo de Mendoza hubo una "estructura delictiva comandada por los mismos religiosos".
"En Argentina estamos viviendo una cuestión muy flagrante de abuso de menores en una institución de la Iglesia donde se había armado una estructura delictiva comandada por los mismos religiosos", dijo Yáñez en una entrevista.
El sacerdote sostuvo que "la presión mediática ha sido positiva" para visibilizar los casos de pedofilia, y reconoció que existe "indignación" con la Iglesia por la "ocultación" que se hizo del tema.
"La indignación de la sociedad es con el manejo que hizo la Iglesia en el pasado y que todavía puede ocurrir. Un manejo de ocultación, de no reconocimiento de la gravedad del hecho ya sea por ignorancia o por intereses corporativos de defenderse", señaló el religioso.