Mariano Randon (41), un mendocino radicado hace ocho años en Manchester, Inglaterra, donde ayer un un hombre detonó una bomba que dejó 22 muertos, dijo que la ciudad "está triste" y que eso se "ve en las caras de las personas".
Un joven de 22 años, nacido en Inglaterra y de padres libios, detonó una bomba casera en el estadio Manchester Arena cuando la cantante pop estadounidense Ariana Grande había dejado el escenario tras un show y los 21 mil asistentes comenzaban a dejar al lugar. En ese momento, en el hall que conecta el estadio con la segunda estación central de trenes de Manchester, Victoria Station, un artefacto casero explotó repentinamente y se desató el terror.
"Sentí un estruendo tremendo. En un primer momento no sabía que era pero enseguida empecé a escuchar las sirenas de ambulancias y policías y supe que algo malo había ocurrido", relató a Diario Los Andes Mariano, que, al igual que sus compañeros de trabajo y vecinos, aún no sale del shock.
Los minutos posteriores a la explosión fueron de caos y desconcierto. “Me enteré por televisión que la explosión que escuché había sido un atentado terrorista. No lo podía creer”, continuó Mariano.
Y dijo: "No pude dormir en toda la noche. Mi teléfono no paró de sonar. Primero llamó mi hermano y siguieron familiares y amigos. Por suerte estoy bien y ya están todos avisados". Pero aseguró que "Manchester está triste, se ve en las caras de alerta permanente de las personas y se siente en todos lados", dijo el mendocino en una entrevista.