El cadáver de un niño de 2 años fue robado del cementerio de Miramar y es el cuarto caso de este tipo en el Municipio de General Alvarado desde 2017, informaron fuentes policiales.
La profanación de la tumba perteneciente al niño identificado como Liam Rodríguez, fallecido el 4 de febrero último en esa ciudad bonaerense tras un accidente doméstico, fue confirmada a partir de la exhumación realizada por orden de la Justicia.
Cuando personal policial, de Bomberos y agentes municipales realizaron esa exhumación descubrieron que el féretro estaba vacío.
Los padres de Liam, Camila Rodríguez y Nahuel Cepeda, habían reconocido días atrás algunas prendas que pertenecían a su hijo, y que habían sido encontradas en las inmediaciones del cementerio durante las tareas de búsqueda del cuerpo de Ciro Lescano, otro niño de cuatro meses, robado recientemente del mismo lugar.
El hallazgo de unas bermudas de jean y una campera de niño había sido revelado por Noelia Lescano, la madre de Ciro, a través de su cuenta de Facebook, y los padres de Liam denunciaron que pertenecían a su hijo fallecido.
A partir de esta denuncia, el fiscal Alejandro Pellegrinelli, a cargo temporalmente de la Unidad Funcional de Instrucción Descentralizada de Miramar, ordenó una serie de peritajes químicos sobre las prendas.
Finalmente, el viernes último la pareja pudo realizar un reconocimiento físico de la ropa en la sede de la Sub Delegación Departamental de Investigaciones miramarense, y confirmó la presunción de que pertenecían a Liam.
A partir de este dato, Pellegrinelli solicitó a la Justicia de Garantías la exhumación, que se realizó finalmente este lunes, después del mediodía.
Fuentes cercanas a la causa señalaron que la tumba de Liam tenía una construcción de material abovedada, realizada por pedido de la familia cuatro días después de su entierro, por lo que no se descartaba que el cuerpo hubiera sido robado antes de que fuera construida.
Este caso de profanación se suma al robo del cuerpo de Ciro Lescano, descubierto por su madre en el mismo cementerio el último 8 de julio, cuando fue a visitar su tumba por primera vez y advirtió que la tierra del lugar había sido removida.
La causa por la desaparición de Lescano quedó también en manos de Pellegrinelli, quien ordenó rastrillajes y allanamiento de dos viviendas: una pertenecía a un familiar y la otra había sido señalada como un lugar donde se practicaban ritos umbanda.
Pese al despliegue de personal de Policía Científica y Gendarmería en otros puntos de la ciudad, los operativos no dieron resultados positivos y el cuerpo del bebé seguía sin ser hallado a tres semanas de la denuncia.
La Municipalidad de General Alvarado ofreció incluso una recompensa de $100.000 para quien pudiera aportar información concreta a la investigación.
Los casos de Liam Rodríguez y Ciro Lescano se suman además a otros dos registrados desde 2017 en el partido de General Alvarado.
El primero de ellos fue el Matías Valentino Fernández, un bebé de un año cuyo cuerpo había sido hallado mutilado a la vera de la ruta 11, que conecta Miramar con Mar del Plata.
A partir del hallazgo, se descubrió que el cuerpo del niño había sido robado del cementerio de Comandante Nicanor Otamendi, localidad vecina de Miramar.
Nueve meses más tarde, se denunció la desaparición del cadáver de otro nene, Ciro Aranda (1), en el mismo lugar, y su cuerpo jamás fue encontrado pese a múltiples rastrillajes realizados con perros e incluso con con drones.