Lejos de mostrar una buena imagen frente a su público, Gimnasia de Jujuy cayó categóricamente contra Independiente Rivadavia de Mendoza el sábado en el estadio “23 de Agosto” por 3 a 1. El duelo correspondiente a la décima fecha de la Zona B de la Primera Nacional fue arbitrado por Gastón Monzón Brizuela y nuevamente dejó un sabor amargo en la boca a la hinchada, que hace sentir su preocupación por las cifras adversas que muestran las estadísticas.
Muy poco se puede hablar del rendimiento del elenco dirigido por el DT Mario Gómez, ya que el primer tiempo fue una película de terror para todo simpatizante albiceleste. Los presentes en el reducto ubicado en el barrio Luján de la ciudad capital vieron en primera persona más de media hora de juego intrascendente por parte de los 22 jugadores, siendo un encuentro que “pintaba” para un empate.
ERRORES QUE CUESTAN CARO
Pero, el fútbol es fútbol y los errores defensivos propios beneficiaron a la visita. Guillermo Cosaro, uno de los integrantes más experimentados del plantel local, cometió un penal absurdo. La pena máxima fue cobrada por el delantero Alex Arce, que puso a Independiente en ventaja en Jujuy.
Poco después, el marcador volvió a ampliarse en favor de la “Lepra” mendocina, también patrocinado por los horrores defensivos del equipo jujeño. Esta vez fue Álvaro Cazula el protagonista, quien cometió una serie de fallos que culminaron en el propio defensor llevándose puesto un centro, desviando la pelota e inflando la red de su arco.
Viéndose abajo en el marcador por dos goles y sin respuesta ofensiva, el entrenador Gómez igualmente confió en el esquema y los cambios que realizó fueron pieza por pieza. No dieron resultado, su equipo no encontró nunca el rumbo para conseguir el descuento y terminó sufriendo un tercer gol, otra vez en el pie de Arce.
Sobre la hora, solamente para las estadísticas Sebastián Hernández marcó el tanto del “honor” para el Lobo jujeño, sellando el 3 a 1 final en favor de los dirigidos por Alfredo Berti en su visita a Jujuy.
La preocupación de la hinchada, según opiniones recogidas a la salida del estadio y en las redes sociales, se resume en el revelador registro de tres goles recibidos ahora contra Independiente Rivadavia, tres contra Deportivo Maipú y otros tres contra Deportivo Madryn. En los últimos cuatro encuentros, la valla albiceleste sufrió nueve goles, significando derrotas más que duras que lo alejan del sueño del ascenso.