Con la regla de “equilibrio fiscal” como único objetivo, el presidente Javier Milei adelantó que continuará gobernando sin presupuesto en caso que el Congreso nacional no apruebe el proyecto que envió el Poder Ejecutivo.
“No me preocupa que no se apruebe el presupuesto. Gobernaré con el de 2023. No es mi problema si el Congreso no lo quiere aprobar”, desafió el jefe de Estado.
Así, Milei hizo explícita la posición del Gobierno que de manera oficiosa habían dejado trascender sus colaboradores más cercanos.
Es más, los más radicalizados entienden que lo mejor que puede pasarle al Gobierno es que el Parlamento rechace la iniciativa presentada el 15 de septiembre para de esta forma disponer con menos restricciones de los fondos.
La propuesta que parte de igualar ingresos y gastos luego del pago de los intereses de la deuda encuentran focos de resistencia, como el universitario, debido a la presunta insuficiencia de los fondos asignados.
“No voy a emitir ni a tomar deuda”, es otra de las premisas irrenunciables de Milei.
Los funcionarios del Poder Ejecutivo que se presentan ante las distintas comisiones parlamentarias lo hacen bajo dos premisas: “déficit cero inalterable” y que “cualquier aumento de partida tenga la contrapartida de cuál baja”.
La semana pasada ya expusieron los secretarios de Finanzas, Pablo Quirno, y de Hacienda, Carlos Guberman, y este martes fue el turno de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y funcionarios de Anses.
Acerca de las trabas que están surgiendo desde el Congreso nacional que lo obligaron a vetar un aumento a jubilados y la ley de financiamiento universitario, Milei consideró que “hay gente muy preocupada porque saben que si a este Gobierno le va bien a ellos le va ir muy mal”, sostuvo en una entrevista periodística.
Este miércoles el Parlamento también comenzará a debatir un límite al dictado de Decretos de Necesidad y Urgencia lo cual podría complicar aún más la gobernabilidad.
Consultado al respecto Milei sostuvo que “jugará con las reglas de juego que sea” y remarcó que “todo lo que hice está dentro del orden democrático”.
Cepo e inflación
Acerca de la evolución de la economía, el presidente admitió elípticamente que no tiene la consistencia esperada: “Consideramos que la realidad es heterogénea y hay momentos que tira más y otros que tira menos. Creemos que los números son positivos y que estamos saliendo”.
Al referirse al cepo cambiario insistió en que aún existe un problema de stocks que se debe resolver para evitar que al levantar las restricciones se produzca una presión sobre el tipo de cambio que despierte la inflación.
“Salir del cepo requiere paciencia”, insistió el primer mandatario.
Para ello puso especial importancia en la baja de la inflación, al menos hasta igualarla con la tasa de devaluación del Banco Central de 2%
“La inflación al consumidor tarde o temprano va a colapsar y la contracara de que la inflación tienda a cero es que va a desaparecer el sobrante monetario”, explicó.
Y agregó: “Hoy la inflación es de 1% porque es la diferencia entre la inflación inducida (crawling peg de 2%) y la medida. Cuando se igualen quiere decir que ya no sobran pesos y si no sobran pesos no necesito más dólares para abrir el mercado”.
En este contexto, Milei desestimó las teorías que sostienen que la economía no podrá crecer en forma sostenida hasta que no se levante totalmente el cepo cambiario.
“El ahorro fiscal de 15 puntos del PBI generó ahorro que ahora va a financiar el sector privado. Esto es algo muy importante porque puede generar crecimiento económico aun cuando sigamos con cepo”, recalcó el presidente.
Sobre Aerolíneas Argentinas
Acerca de la situación de Aerolíneas Argentinas, aseguró que si no consigue avanzar con la privatización continuará con la propuesta de entregarla a los empleados. Milei añadió que ya se les fue ofrecida a los trabajadores y que la iniciativa fue rechazada.
En ese sentido, sostuvo que el Gobierno nacional mantiene conversaciones con al menos cinco líneas aéreas que tienen intenciones de quedarse con la compañía.
“Cuando nosotros llegamos sólo el 10% quería que se privatice, después de la salvajada que hizo (Pablo) Biró ahora es 50/50″, evaluó Milei.
El presidente indicó que en su gestión hubo una reducción de personal de 1500 empleados y que además se equilibraron las cuentas.
Milei dijo que pese a que se logró esta estabilización avanzará con su plan de desprenderse de la compañía para ponerla salvaguarda de un próximo gobierno que “haga populismo”.