Boca y Newell’s no se sacaron ventajas en el partido que se postergó el domingo por la lluvia correspondiente a la fecha 23 de la Liga Profesional. El “Xeneize” sigue afuera de los puestos de clasificación a la Libertadores 2022 por tabla anual, por lo que cada vez se le presenta como más trascendente para ese objetivo la final de Copa Argentina del próximo 8 de diciembre en Santiago del Estero.
El primer tiempo del partido estuvo enmarcado por el “misterioso” accionar previo del técnico local, Sebastián Battaglia, que decidió cuatro variantes respecto del equipo anunciado para jugar este mismo partido el pasado domingo, cuando fue suspendido por la lluvia que anegó el piso de la Bombonera, y con el que practicó inclusive este lunes.
A los 18 del primer tiempo Boca se acercó a través de un cabezazo de Salvio que tuvo una mejor respuesta de Macagno para evitar la caída del arco de Newell’s.
Sin llegadas ni fútbol fluido desde ambas partes, la presencia como titular de Zeballos, de reciente convocatoria a la selección mayor argentina, fue la más celebrada por los hinchas “xeneizes”, aunque el “Changuito” en su afán por demostrar y corresponder a tanto cariño, terminó insinuando más de lo que concretó.
Claro que lo mismo ocurrió con sus compañeros, que solamente terminaron siendo espectadores de un exjugador del club como Pablo Pérez, que manejó los hilos de la media cancha ñulista y fue el gestor de las mejores acciones ofensivas de su equipo, sobre todo hasta los primeros 20 minutos del complemento, ya que en ese lapso de la segunda parte sobre todo se vio lo mejor del conjunto rosarino.
Sobre el final, otra vez llegó la presión “xeneize” que tuvo el gol al alcance de la cabeza de Marcos Rojo, cuyo frentazo se estrelló contra el palo izquierdo del arco defendido por Ramiro Macagno, y en los pies de Cardona, cuyo tiro libre tuvo el mismo destino que el del exdefensor del seleccionado argentino.
Pero la chance que malogró Vázquez después de un rebote de Macagno, cuando en el área chica y a poco más de un metro de la línea de gol, remató contra el palo derecho, hicieron que la frustración generalizada fuera aun mayor, sobre todo porque con esa chance y otra más dilapidada por el mismo delantero, los boquenses siguen fuera de puestos de Copa Libertadores en la Tabla Anual.
Por eso los hinchas despidieron al equipo exigiéndole que el 8 de diciembre, en la final de la Copa Argentina ante Talleres o Godoy Cruz, “en Santiago del Estero, cueste lo que cueste, hay que ganar”.
Es que a la Liga Profesional le quedan solamente dos fechas, y la otra vía para llegar a la Libertadores está justamente en esa estación de Copa Argentina. Hoy por hoy Boca solamente tiene asegurada su participación en la Copa Sudamericana del año próximo, aunque sus dos fechas finales de la LPF parecen accesibles: el último Arsenal como visitante y Central Córdoba cerrando de local.
Con información de Télam.