En una primera etapa en la que Talleres fue mejor que Estudiantes, el Pincha mostró momentos de impotencia e incluso pudo haber terminado con 10 los primeros 45 minutos. No ocurrió porque Nicolás Lamolina le “perdonó la vida” al delantero Leandro Díaz.
A los 32 falta fuerte y abajo del Loco a Lucas Suárez, quien quedó sentido. El árbitro le mostró la amarilla y el díscolo delantero reprobó la decisión aplaudiendo con ironía y frente al juez. Era roja y el dueño de casa se quedaba con 10. Lamolina la dejó pasar, ante la falta de reclamos de los jugadores de Talleres.
Para el inicio de la segunda parte el entrenador Ricardo Zilelinski lo reemplazó con Mauro Méndez, consiente de que Díaz caminaba por la cornisa y en que en cualquier momento dejaba al equipo con uno menos.