Comenzó el Torneo de la Liga Profesional, mejor dicho un mini torneo de cinco fechas hasta la interrupción por el inicio de la Copa América en junio. Y arrancó el segundo semestre, que todavía no empezó... Con Talleres haciendo pata ancha en Avellaneda, Instituto con el pie derecho en Junín y Belgrano, que parecía haber metido la pata con Racing otra vez, terminó haciendo pie con un empate de hazaña.
Así puestas las cosas, Talleres avisó una vez más que pretende ser protagonista por el título, mientras se da el lujo de ser el primer clasificado entre los argentinos a octavos de final de la Copa Libertadores. Instituto volvió a empezar bien, e intentará que no sea de mayor a menor como en Copa de la Liga. Y en Belgrano, lo Real es que le va mejor en el campo internacional con Sudamericana, que en los torneos domésticos.
TALLERES, ENDIABLADO CONTRA EL DIABLO
En el mejor momento de Walter Ribonetto como DT (sólo dos derrotas desde que asumió y apenas una en los últimos 19 partidos), Talleres se sacó las ganas y derrotó a Independiente en Avellaneda. El último grande al que le faltaba vencer a domicilio desde el regreso a Primera, dejando a Carlos Tevez en el purgatorio...
Federico Girotti gritó su golazo con más ganas, porque le había quedado atravezado el festejo la última vez en cancha del Rojo, al no poder acceder a cuartos de final. Matías Catalán, que venía de un gol en Libertadores contra Barcelona, se empató a si mismo con gol en contra. Otra vez, como en la primera fecha de Copa de la Liga frente a Gimnasia en el Kempes, en enero pasado.
Y en el segundo tiempo entraron Rubén Botta y Ramón Sosa, que juegan como Dios manda, e Independiente se fue al Diablo. Hicieron destrozos, sobre todo en el gol del paraguayo casi desde mitad de cancha, que pinta para uno de los goles del año.
INSTITUTO, NO HAY MAL QUE DURE SIETE PARTIDOS
El Instituto de Diego Dabove se sacó de encima la mochila de seis derrotas en cadena, que pesaba demasiado. Y Mortadela Rodríguez, que juega como en los picados, y se despachó con un doblete para el 2 a 1 ante el tibio Sarmiento de Junín, que había empatado por gol en contra del juvenil debutante Nicolás Dubersarsky. Igual el pibe mostró caracter y redondeó un partido correcto.
Lo que por poco le amarga la noche a los Albirrojos después de tanto esperar un festejo, fue la lesión de Fernando Alarcón. Por el fantasma de la ruptura de ligamentos que asusta en Córdoba, y porque Instituto ya perdió a Roberto Bochi, con la rodilla ya operada. Pero lo del Palomo no fue tan grave, el diagnóstico da cuenta de un esguince, y se gritó casi como un gol en Alta Córdoba.
BELGRANO Y UN SHOW DE GOLES CONTRA RACING
¿A qué Belgrano analizar? ¿Al que ganaba 1 a 0 y se fue al descanso 3-1 abajo, y a los 10 del complemento perdía 4-1? ¿O al que le puso épica para remontar y empatarle a Racing en un 4-4 memorable? En la fría tarde de Alberdi, el Pirata pasó por todos los climas.
Por suerte para los Celestes, Franco Jara está en llamas y la sigue metiendo de todos lados. Más allá de su carrera como goleador, es el primer hat-trick que convierte, y se dio el gusto de hacerlo en el Gigante, para el club del que es hincha.
Fue la positivo para el equipo de Juan Cruz Real, la valentía y resolución para remontar, ayudados por el quedo de un Racing que pensó en cosa juzgada, y por el pase gol a lo Bruno Zapelli que metió el ingresado en la Academia, Nacho Galván (bochado) para el último gol de Jara. En el debe para el técnico es que el mismo equipo le anotó ocho goles en 20 días. Y que la línea de tres con pibes es riesgoso, casi un suicidio futbolístico contra oponentes de la jeraquía de Racing... o de River en la fecha que viene.