A principio de julio de este año, la ciudad de Laboulaye, en el interior de Córdoba, era escenario de un crimen violento. Después de tres días de búsqueda, Joaquín Sperani de 14 años apareció muerto en una casa abandonada a metros de la escuela a la que iba.
El mejor amigo de Joaquín confesó el crimen y desde entonces se encuentra alojado en el Complejo Esperanza. Por su parte, la familia del menor siempre cuestionó el accionar de la institución, ya que el día del crimen, el autor ingresó al colegio, dejó su mochila y salió con Joaquín hacia la vivienda donde lo mató. También habían denunciado que el niño sufría bullying en la escuela.
POR QUÉ APARTARON A LOS DIRECTIVOS DE LA ESCUELA DE JOAQUÍN SPERANI
Con el objetivo de profundizar la “investigación administrativa” y “garantizar el clima institucional”, el Ministerio de Educación provincial apartó a la directora y al subdirector de la escuela a la cual Joaquín asistía.
Según indicaron a El Doce, por el momento hay un director organizador a cargo de la institución. En cuanto al acusado, por ahora continuará en el Complejo Esperanza, donde fue sometido a diversas pericias psicológicas y psiquiátricas.
OTRO ADOLESCENTE PODRÍA HABER SIDO LA SIGUIENTE VÍCTIMA
La Justicia aún espera los informes de las pericias realizadas al autor del crimen. Pero, comentaron que en un allanamiento a su casa encontraron un oso de peluche que adentro tenía un papel escondido. Allí se leía el apellido Sperani, el nombre de otro niño y la frase “mamá pronto se olvidará de esto”.
Aunque no se confirmó ninguna hipótesis sobre el llamativo mensaje, la familia de Sperani cree que el otro adolescente podría haber sido la siguiente víctima.