Había que dar vuelta rápido la página de la derrota en el clásico y los hinchas de Instituto lo entendieron. No así el equipo, que tuvo un opaco desempeño en el 0 a 0 frente a Villa Dálmine, por lo que mejor de la tarde noche en Alta Córdoba se vio en las tribunas.
Los hinchas Albirrojos coparon el Monumental, le dieron un gran recibimiento a los dirigidos por Lucas Bovaglio, empujaron con el aliento cuando no veían respuestas en la cancha, metieron presión en el asedio final que no alcanzó para ganar, y despidieron con tibios aplausos. Consientes que de que se dejó pasar una gran oportunidad de no perderle pisada al puntero Belgrano.
Además de la demostración de apoyo, el espectáculo estuvo en tribunas también por el escudo luminoso de 2,40 por dos metros colocado en la cabecera norte, cuyo diseño está inspirado en el primero utilizado oficialmente por el club en 1931, y que fue obsequio de la agrupación Gloriosos por el mundo: 65 fanáticos de Instituto que viven en otros países, desde Estados Unidos hasta Japón, pasando por Nueva Zelanda, España o Costa Rica.