Cada vez son más los casos que se dan a conocer de cordobeses que eligen irse a trabajar a otros países por una temporada o por tiempo indefinido. La oportunidad de conocer nuevos sitios y lograr una diferencia económica importante son algunos de los motores por los que los jóvenes deciden dejar su ciudad y aventurarse en otras culturas.
Este es el caso de Rocío Castillo, una joven cordobesa de “familia humilde” que soñaba con viajar por el mundo hasta que logró juntar unos ahorros y emprendió su travesía. Hoy, tras haber conocido 15 estados de Estados Unidos, es niñera en ese país norteamericano pero no olvida sus orígenes.
En diálogo con Vía Córdoba, Rocío contó cómo fue el proceso que la llevó a emigrar y brindó detalles de la familia que le dio trabajo (y ahora es fanática del fernet). A su vez, habló de Jax, el pequeño nene a su cuidado que baila cuarteto, toma mate y es furor.
“Yo siempre soñé con hacer algo así, me la pasaba horas viendo videos en YouTube de gente que viaja por el mundo. Pero al venir de una familia humilde sentía que era algo imposible y un sueño loco”, señaló la joven. Y recordó: “Yo en Córdoba trabajo desde los 16 y a su vez estudiaba en la Nacional, siempre dije que cuando tuviera un trabajo en blanco me iba a ir”.
En ese sentido, “Ro” narró que “justo para ese mismo año, una amiga me comenta sobre este programa de intercambio, y le respondí: ‘Yo hablando inglés? No hay forma’”. “Pero el tiempo pasó, ese trabajo llegó y no tenía más excusas. Iba todos los días a particular de inglés después del trabajo, pase la entrevista con la empresa y encontré a la familia con la que estoy viviendo”, explicó.
“Ellos ya me tratan como parte de su familia. Dato: los volví fan del fernet”, señaló la cordobesa en medio de risas. “Hace un año y medio que estoy y claramente pasan mucho tiempo conmigo. Trato de transmitirles mi cultura lo más que puedo, vengo de una familia humilde y quiero llevar eso a todos lados. No olvidarme de donde vengo”, remarcó.
La nueva versión de sí misma que encontró viajando
En cuanto al cambio cultural y a lo que supone personalmente irse a vivir a otro país, Rocío confesó: “Acá me encontré con una versión de mi misma totalmente diferente, amante de viajar, ya he visitado alrededor de 15 estados”. “A su vez, vivo la cultura estadounidense súper cerquita y me hice amigos de todo el mundo. Siempre digo que si en el pasado alguien me decía que iba a vivir todo lo que estoy viviendo, no le creería”, enfatizó.
Jax, el nene que cuida, ya baila cuarteto y toma mate
Además de encontrar una casa que la tomara tan rápido, Rocío sabe de la suerte que tuvo de amoldarse tan bien tanto con los padres de la familia como con Jax, el pequeño que cuida desde hace ya más de un año. “Jax es un nene con un carisma especial, siempre con una risita pícara de por medio. Tenía siete meses cuando lo conocí, ni caminar sabia”, recordó.
“La mayor parte del día la pasa conmigo por ende tiene mucha influencia mía, desde chiquito se hizo fan del mate y del cuarteto. Es un gringuito cuartetero que habla español con acento argentino jajaja”, la niñera. “Son cosas que nos hacen sentir mas cerca de casa a la distancia. Los padres también quieren que aprenda español, así que ahora habla todo argentinizado, dice ‘amarisho’, ‘posho’. Este peque se robó mi corazón sin dudas”, concluyó la joven, claramente feliz por su nueva vida.
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