Brian Olivera, arquero formado en Instituto y hoy en Gimnasia de Mendoza, fue dado de alta en la tarde de este domingo del sanatorio Finochietto en Avellaneda, donde había sido trasladado al ser agredido en el partido con Quilmes, por el Reducido de la Primera Nacional, en la noche del sábado.
Olivera, de 29 años y con paso también por Estudiantes de Río Cuarto, sufrió un “traumatismo acústico leve”, al estallar cerca suyo una bomba de estruendo que le arrojaron, cuando iba a ocupar el arco en el comienzo del segundo tiempo.
Al cordobés lo sacaron del campo de juego en camilla, mientras seguían cayendo proyectiles de todo tipo. El árbitro José Carreras resolvió suspender el encuentro, con el marcador 0 a 0, y será el Tribunal de Disciplina el que disponga si se reanuda o no.
Nota en desarrollo