La Cámara Federal de Casación Penal (CFCP) rechazó el recurso presentado por el ex secretario de Transportes del kirchnerismo, Ricardo Jaime, para que cambie la sala del tribunal que debe revisar la ampliación de su condena por el choque del tren en la terminal Once ocurrido el 22 de febrero de 2012, que provocó 51 muertos y 789 heridos.
En mayo último, la Sala III de la CFCP revisó las condenas que el Tribunal Oral Federal Dos (TOF 2) había dictado en diciembre de 2015 a Jaime y otros procesados por administración fraudulenta, y le agregó el delito de "estrago culposo agravado" y elevó su pena a ocho años de prisión.
La defensa de Jaime presentó un recurso extraordinario argumentando que, según el precedente "Duarte", cuando la "primera condena" por un hecho la impone una sala de la CFCP, ante la posibilidad de una segunda sentencia debe intervenir otra sala del máximo tribunal penal de la nación.
El recurso se relaciona solo con el agregado del "estrago" precisó una fuente vinculada a la causa, que recordó que las apelaciones contra las condenas dictadas en mayo fueron rechazadas hace algo más de un mes y medio, el 4 de octubre de 2018.
Días después, por el mismo hecho, el ex ministro de Planificación Federal y el suspendido diputado nacional Julio De Vido -quien como Jaime ya se encontraba detenido- fue condenado a cinco años y ocho meses de prisión.
Hoy los camaristas Eduardo Riggi y Liliana Catucci, con la intervención de la secretaria María López Alducín, coincidieron con el dictamen fiscal que se opuso al planteo y a la aplicación de la solución del caso "Duarte", porque la intervención de otra sala no está prevista en la ley.
El camarista Carlos Alberto Mahiques también rechazó el planteo, pero al incumplimiento de los recaudos que deben acompañar un recurso extraordinario, sumó la inobservancia de los requisitos que impone la acordada 4/2007 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
El juicio oral por el choque terminó a fines de 2015 con 28 condenados, entre ellos, además de Jaime, el ex secretario de Transportes de la Nación Juan Pablo Schiavi, el maquinista Marcos Córdoba y empresarios que explotaban Trenes de Buenos Aires (TBA) como se llamaba concesionaria de la línea Sarmiento.
Entre las irregularidades que los integrantes del TOF 2 tuvo por probadas figuró que los subsidios que recibían las concesionarias -grupo Cirigliano- no eran destinados para el mantenimiento de las formaciones.