"Mi esposo lo fue a buscar y se acercó hasta la puerta para ver qué había pasado y por qué no lo dejaban entrar y en el lugar le dijeron que no entraba 'porque daba un mal espectáculo para la confitería'".
Las expresiones pertenecen a Mónica Velasco, la mamá de Marcos, de 19 años y que tiene Síndrome de Down. Ella y su marido denunciaron que en una disco de Villa María (lugar donde son oriundos) no dejaron entrar a su hijo precisamente por tener ese síndrome.
Era la segunda vez que Marcos asistía junto a dos amigos al boliche Jet-Set.
Al llegar a la puerta los guardias dejaron pasar a sus amigos, pero no a él, ya que "no se adaptaba al lugar".
"Mi esposo lo fue a buscar y se acercó hasta la puerta para ver qué había pasado y por qué no lo dejaban entrar y en el lugar le dijeron que no entraba 'porque daba un mal espectáculo para la confitería'", dijo la madre del joven a Villa María Vivo.
Además, le señalaron que "hacían fiestas especiales para los chicos con discapacidad y que lo lleváramos ahí".
Mónica aclaró que el joven está muy integrado con sus compañeros con los que terminó el secundario el año pasado.
"El tipo del boliche nos decía que les molestaba que Marcos se sacara fotos con las chicas, pero él las conoce, son compañeras o excompañeras de él. No es un chico agresivo ni que vaya a generar problemas. No es de tomar mucho tampoco. Es muy querido por quienes lo conocen".
En tanto, en redes sociales, el pasado domingo, Jet Set sacó un comunicado explicando la situación y reconociendo "el derecho de admisión", lo que generó muchas críticas, cuyo resultado final fue que levantaran el texto en Facebook.
Esta semana el caso sigue en dos lugares: en el Juzgado de Faltas de Villa María por una denuncia del concejal Carlos De Falco, que de tener lugar podría terminar con una clausura del boliche y en la Auditoría Municipal, donde se intentará una mediación entre los propietarios del boliche y los padres de Marcos.