El Gobierno lo confirmó con un brevísimo comunicado: en la madrugada de este miércoles 6 de diciembre, tres presos intentaron escapar de la Unidad de Contención del Aprehendido (UCA), en barrio Cáceres, y la fuga fue impedida por guardias del Servicio Penitenciario porque los "fugados" se quedaron enredados en los alambres.
"Se detectó sobre el tejido de un patio del Pabellón Amarillo a tres individuos que se dirigían rápidamente al cerco perimetral tratando de ganar el exterior", se indicó.
Al quedar atrapados en los alambres, los presos fueron reducidos por los guardias y el fiscal que investiga, Rubén Caro, ordenó el traslado a Bouwer por seguridad.
Se trata de tres hombres de 20, 22 y 36 años que estaban detenidos por distintos delitos, ninguno de extrema gravedad; el primero por "portación de arma de fuego" y "daño calificado"; el segundo por "violación de domicilio" y "robo"; y el tercero por "robo calificado (de un vehículo) en la vía pública".
El fiscal del Distrito 1, Turno 4, Rubén Caro (foto), los imputó por un delito más grave, "evasión en grado de tentativa", y giró las causas a los fiscales de origen, quienes deberán determinar si las unifican.
Paralelamente, intervino el Tribunal de Conducta Policial y Penitenciario para determinar si hubo alguna irregularidad -por caso, negligencia o complicidad- de algún guardia de la UCA. Hasta el momento no había penitenciarios separados de sus funciones.
¿Fuga planificada? Lo que sobresale de este episodio no es el intento de fuga en sí, sino que los tres presos contaron con apoyo de un cuarto hombre que desde la calle disparó para amedrentar a los guardias y cubrir el escape. Cuando vio que los tres presos no lograban salir, huyó.
"De las declaraciones de los guardias surge que al menos una persona efectuó disparos, todavía no sabemos si a ellos o al aire. En el lugar se hallaron varias vainas", dijo a Día a Día el fiscal Caro.
Agregó que se analizan las cámaras de seguridad de la zona para saber si había más pistoleros, y si huyeron a pie o en un vehículo.
"Si se determina que hubo un apoyo desde la calle, entonces probablemente estaremos ante un intento de fuga planificado", apuntó el fiscal sobre lo delicado del asunto.
Ante esto es inevitable preguntarse quiénes eran los tres presos que intentaron fugar. ¿Son "pesados"? A juzgar por sus antecedentes, no. De todas maneras, una maniobra semejante -un intento de fuga con logística externa- abre demasiados interrogantes. ¿Se conocían de antes? ¿Cuándo planearon la fuga? ¿Cómo hicieron para comunicarla a alguien del exterior sin ser descubiertos? ¿Por qué alguien arriesgaría su "pellejo" en las puertas de una cárcel para asegurarse de que la fuga sea un éxito?
El fiscal contó que los tres "evadidos", quienes no tenían armas, llegaron al techo y quedaron atrapados en los alambres. "Si no hubiera sido así....", dijo Caro.
En la UCA, ubicada a metros del Hospital Misericordia y en el límite con Güemes, se aloja a los detenidos por la Policía de Córdoba, tras lo cual quedan bajo custodia del Servicio Penitenciario.
El intento de fuga ocurrió tras conocerse irregularidades en Bouwer, como el hallazgo de 15.500 pesos en la celda de un asesino y presunto narcotraficante, y la aparición de un revólver detrás de un matafuego.