#NoTiresComida: Cómo aprovechar al máximo los alimentos

En Argentina, se desperdician por año 16 millones de toneladas de alimentos, el equivalente a más de un kilo por persona por día. Una guía práctica para disminuir los desperdicios.

#NoTiresComida: Cómo aprovechar al máximo los alimentos
Alimentos

Por Gabriela Martín.

Año tras año, un tercio de los alimentos que se producen nunca son consumidos. Las pérdidas y el desperdicio de 1.300 millones de toneladas de comida son un obstáculo para la seguridad alimentaria. Además, tienen un gran impacto sobre el ambiente porque al producir alimentos que no se consumen, también se está desechando agua, suelo, energía, mano de obra, combustible y dinero, entre otros recursos.

En Argentina, cada año se tiran 16 millones de toneladas de alimentos aptos para su consumo, el equivalente a más de 87 millones de platos de comida por día. Esta cifra representa unos 400 kilos por persona al año; es decir, más de un kilo por día por persona.

En ese contexto, Unilever lanzó la campaña Salvemos La Comida que tiene como objetivo disminuir en un 10% este número (en los próximos cinco años) y, en conjunto con el Ministerio de Agroindustria de la Nación, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y Carrefour, elaboró una guía con consejos, trucos y tips para ayudar a reducir los desperdicios alimentarios en casa.

"En 2010 lanzamos el Plan de Vida Sustentable con una serie de objetivos principales que nos permiten abordar la sustentabilidad desde tres aspectos: salud y bienestar, el impacto ambiental y la mejora de la calidad de vida de las personas. Este plan es una materialización de nuestra estrategia para hacer crecer el negocio al mismo tiempo que reducimos a la mitad nuestro impacto ambiental y aumentamos el desarrollo social. La estrategia atraviesa toda la compañía y es una guía para alinear todas las áreas. Este Plan representa la agenda de negocios", indican desde Unilever.

Y agregan: “Desde nuestro punto de vista, la toma de conciencia alrededor de esta problemática es un progreso muy importante. La acción colectiva es la clave para impulsar el cambio. Para lograr un futuro mejor, se necesita de la colaboración, la innovación y del trabajo conjunto; y esto involucra a las empresas, al Gobierno y a la sociedad. Siempre fomentamos alianzas estratégicas porque la reducción y pérdida de desperdicio de alimentos requiere de acciones que involucren a todos los actores de la sociedad”.

1. Planificar las comidas

Diseñar el menú semanal, además de ahorrar y comprar de forma eficiente, contribuye también a seguir una alimentación más saludable. Si tenés hijos, preguntá qué comieron en la escuela y, en función de ello, organizá cenas y fines de semana.

El menú semanal se puede preparar con anticipación, en base a cinco comidas al día (desayuno, colación, almuerzo, merienda y cena).

Cuando vayas al súper, hacé un recorrido inteligente. ¿Cómo? Empezá por los artículos de limpieza y perfumería; seguí por los alimentos secos y no perecederos y después, los frescos o perecederos. Al final, refrigerados o congelados. Poné especial atención en cortar la cadena de frío (no dejes que pasen más de dos horas). Siempre chequeá la fecha de vencimiento de los productos.

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2. La preparación

Planificá tus comidas utilizando las cantidades justas de ingredientes para el número de comensales que vayas a tener en la mesa.

Organizate en la cocina, sacá los ingredientes que vas a necesitar, prepará con antelación y ajustá según las cantidades que te indique la receta. Mantené ordenada la heladera, de esta manera evitarás que queden residuos de comida. ¡Ojo! Nunca introduzcas alimentos calientes en la heladera, se desperdicia energía.

En la alacena usá el sistema “Primero en entrar, primero en salir” consumiendo los productos más “viejos” primero y guardando los nuevos atrás de todo.

3. Máximo aprovechamiento

Cuando los huevos de la heladera están a punto de caducar, una buena idea es cocinarlos y rellenarlos con atún. También podés preparar un revuelto para aprovechar los restos más variados de comida o incluirlos picados en ensaladas, sopas o cremas de verduras.

El pan del día anterior se puede convertir en unos tostaditas o cuadraditos/crutones para ensaladas o sopas.

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Las galletitas se pueden partir en trozos y utilizar como topping de helados o yogures.

Los yogures próximos a caducar se pueden utilizar para, posteriormente, comer como postre con una cucharada de mermelada, o utilizarlos como aderezo para ensaladas.

Si cocinas demasiado arroz o pasta apartá lo que no vayas a comer (sin mezclar con la salsa o los condimentos) y guardá en un recipiente hermético en la heladera. Podés preparar una ensalada o combinarlos como guarnición de tu próxima comida.

Reutilizar los restos de pollo, carne o pescado para la elaboración de deliciosas croquetas, canelones, empanadas o una sopa.

Los restos de verduras o legumbres pueden transformarse en un riquísimo puré.

La fruta a punto de pasarse puede convertirse en una ensalada de frutas, licuado, compota o tarta. Antes de tirar frutas “tocadas”, prepará un postre combinándolo con helado.

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Si te sobra salsa de tomate podés congelar en pequeñas porciones.

Sobras en perfecto estado

Para bajar la temperatura de las sobras usá el baño María inverso, sumergiendo el recipiente con las sobras en otro con hielo y agua.

Guardá las sobras de alimentos en la heladera o freezer lo más rápido posible, en recipientes con tapa o bolsas herméticas.

Las sobras refrigeradas deben consumirse en los dos días siguientes. Las que están freezadas, hasta tres meses. Una vez descongeladas no deben volver a congelarse.

Las viandas deben ir en recipientes herméticos apropiados.