Eduardo Molina es el chofer del interno 1894 de la línea 50 de Autobuses Córdoba (Aucor) que este lunes fue robado por delincuentes en la zona sur de la ciudad de Córdoba.
Los vándalos, alcoholizados y drogados, salieron de locales nocturnos y tomaron el colectivo durante la madrugada en el Centro. Además de provocar destrozos en el vehículo y de amenazar a los pasajeros que iban a trabajar, aprovecharon que el chofer bajó a revisar un desperfecto y robaron el colectivo, al que condujeron durante unas 10 cuadras y abandonaron al chocar contra un auto en un semáforo.
"Tengo 26 años en el transporte y nunca vi una cosa como ésta. Sí hubo desmanes en ocasiones anteriores, pero nunca vi que robaran el colectivo", comenzó Molina en el programa Entre Nosotros Rebeca.
Contó que la mayoría de los vándalos subió "en dos paradas: una en Colón y General Paz y la otra en General Paz y 27 de Abril". "Venían de los bailes, de los boliches, todos alocados, el clima adentro era turbio", relató, y para ejemplificarlo dijo que uno de los vándalos les advirtió a los demás pasajeros "que no se acercaran, si no iba a apuñalarlos".
"Al llegar al control policial en Plaza de las Américas, un colectivo que iba adelante hizo bajar a unas 15 personas. Pero caminaron una cuadra y me hicieron señas para que frenara en la siguiente parada. Yo estoy obligado a levantar pasajeros, no me puedo negar", justificó.
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Ahí la cosa se puso peor. "Ninguno quiso pagarme el boleto porque dijeron que los habían hecho bajar del otro colectivo. Iban gritando, golpeando vidrios, causando destrozos. Cuando iba por Vélez Sársfield, tuve la mala suerte de que el motor sufrió un desperfecto y tuve que frenar. Les dije a todos que bajaran y tomaran otro colectivo", expresó.
Los pasajeros decentes hicieron caso. Pero los delincuentes se negaron a bajar hasta tanto llegara la próxima unidad. "Los inadaptados se quedaron adentro. Fui hasta la parte trasera a revisar qué le pasaba al colectivo. Habrán sido unos 10 minutos. En eso, el colectivo se puso en marcha y salió en una carrera alocada", apuntó.
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Los delincuentes aceleraron el vehículo de gran porte y unas 10 cuadras más adelante cruzaron un semáforo en rojo y chocaron contra un Chevrolet Corsa cuyos ocupantes se salvaron por casualidad. El colectivo quedó abandonado "a la altura de Circunvalación, y los vándalos escaparon corriendo en todas direcciones por campo abierto", agregó Molina.
"Fue una cosa de no creer. Una desgracia con suerte. Podría haber sido una tragedia", finalizó.
