Mirarse. El acto de encontrarse. Mirarse. El acto de encontrar el reflejo que nos define. Lisandro Márquez regresa este sábado a los escenarios. Y le sobran las razones para disfrutarlo. No sólo será su vuelta, tras una intervención quirúrgica, sino también la excusa para presentar en sociedad su nuevo disco, Reflejos.
"De salud estoy de primera. Fue una intervención de casi dos horas", le comenzó contando el cantante a Día a Día, sobre su estado, tras la operación en su ojo izquierdo.
“Se había desacomodado una lente interna y eso merecía un proceso de recuperación, que es lo más importante. Recuperé un porcentaje importante de visual. Fui muy obediente en todo este tiempo y por eso tengo el alta para hacer vida normal. A medida que fui haciendo los controles, empezaba a hacer cosas, como grabar este nuevo disco, gimnasia al 50 por ciento o volver a la sala. Ya puedo alzar los chicos y hacer de Spiderman. Ja”, agregó.
–¿Qué caracteriza a Reflejos, en comparación con tus discos anteriores?
–Primero fue Impulso Vital, después, Identidad. Y la saga sigue con Reflejos. Es un término que se me vino a la cabeza bajo el concepto de que, cuando nacemos, tenemos reflejos motrices y sensoriales. La idea es que la gente, a partir de sus cinco sentidos, se vea reflejada en estas historias. Es una etapa nueva en mi vida. Es volver a recuperar una parte importante, como la vista. El niño, al nacer, no ve, hasta que va desarrollando esa capacidad. Después del impulso vital, después de la identidad que va generando, un bebé empieza a actuar por reflejos. Si le tocás los dedos, responde. De esa manera comparo el cariño de la gente, como cuando uno toca el alma o tira un mensaje. No es sólo una cuestión emocional, sino también sensorial. El cuerpo percibe todo lo que el corazón o la cabeza, a nivel reflejo, uno envía.
–Tenés un estilo bien definido. Pero con Reflejos, ¿en qué sentís que diste un paso adelante?
–En el proceso de sentarme con el equipo técnico a mezclar y a masterizar. Fue una experiencia nueva para mí. Es un repertorio que va al hueso, con historias testimoniales y siguiendo con la inclinación de componer, de hacer cosas inéditas y también con covers, pero teniendo el permiso de los autores. Eso es algo muy importante para mí. Además, el paso adelante también está en saber escuchar. A veces, uno arma un disco y se concentra sólo en lo que uno quiere. Esta vez está más inclinado a lo que la gente quiere.
–¿Cómo manejás la necesidad del artista de publicar un disco, con la necesidad del público y del mercado?
–Tenemos como pata fundamental hacer un disco de estudio por año. Nos tomamos el tiempo para hacerlo. Si va a ser conceptual, hay que tomarse ese tiempo. Después, para la demanda del público y del sistema que tiene el cuarteto en Córdoba, vamos grabando eventos importantes en vivo o tirando temas inéditos en las radios y las redes sociales. Hoy las redes son para mí un gran puente.
–Tuviste un tiempo de descanso obligado por la intervención. ¿Cómo lo llevaste?
–‘Si sucede, conviene’, dicen por ahí. Me sirvió para tomármelo con calma. Meditar es un proceso que me gusta hacer. Y me cayeron varias fichas. Además, era un tiempo necesario porque no podía tirar más de la cuerda. Esta cirugía la tenía que hacer desde hace más de tres años. Pasa que la agenda laboral no me lo permitía, además de cómo soy yo. Quería cumplir con el laburo y los compromisos. Se dio así ahora y me sirvió para componer, para escuchar y respeté todo lo que me pidieron los médicos. Grabé el disco y tuve mucha más participación que en los anteriores. Me sentí más productor musical. Este tiempo también me permitió darle vida a un formato más cálido, ameno e íntimo, que es el que vamos a hacer más adelante, con todas baladas, en Quality.
–Del show del sábado, ¿qué se puede contar?
–Vamos a presentar los 12 tracks de Reflejos, con una puesta en escena bien conceptual. Nos tiramos para el lado de la gama del violeta, porque es un color que se utiliza para entregar una energía espiritual fuerte. El disco tiene mucho power, con letras muy testimoniales. El público espera de Lisandro un baile, pero también un gran show. Por ejemplo, habrá un mapping. El disco es bailable y cantable. Tengo un registro de voz que me permitió grabar con tonalidades bien arriba. Pero acá bajamos un cambio. Hay canciones más cómodas para cantar para la gente.