La Fiscalía de Lucha contra el Narcotráfico de 2° turno de la ciudad de Córdoba remitió a juicio una causa con ocho imputados –siete de los cuales se encuentran detendidos- que se dedicaban a la venta de estupefacientes en el barrio Colonia Lola.
La investigación se inició a través de denuncias hechas por ciudadanos anónimos a través de la línea telefónica 0800-888-8080, habilitada para recibir denuncias relacionadas al narcotráfico, precisó el Ministerio Público Fiscal.
Luego de una pesquisa que se desarrolló durante varios meses, en julio del año pasado se realizaron numerosos allanamientos de viviendas ubicadas en el barrio Colonia Lola –y barrios cercanos, así como en la localidad de Bouwer-, que arrojaron como resultado la identificación y arresto de numerosas personas vinculadas al narcotráfico y que permitieron desarticular varios puntos de venta minorista de drogas.
Entre los acusados, se encuentra un grupo de cuatro personas a las que se les atribuye haber actuado de manera organizada para comercializar cocaína en diferentes viviendas, que se encontraban especialmente pertrechadas y dotadas de medidas de seguridad que escapaban de lo habitual –cámaras de video, rejas, atención a los clientes a través de pequeños ventiluces-.
En estos inmuebles, en julio del año pasado, se produjo el secuestro de cocaína, una importante suma de dinero en efectivo, así como de dos automotores de valor significativo. Uno de los involucrados ya registraba una condena impuesta tiempo atrás por la Justicia Federal, por relevantes hechos de narcotráfico.
Asimismo, en otra casa del barrio se desbarató otro punto de venta de cocaína y marihuana, produciéndose la detención de dos personas –una de las cuales continúa privada de su libertad-, así como el secuestro de narcóticos, elementos utilizados para su fraccionamiento y dinero.
Finalmente, a pocas cuadras de distancia se encontraba otra boca de expendio de estupefacientes –en este caso de marihuana- que también fue desmantelada.
En los fundamentos de la pieza acusatoria, el fiscal instructor resaltó que si bien los imputados se ubicaban en el último eslabón de la cadena de tráfico, tratándose de vendedores minoristas de estupefacientes, podía sostenerse al mismo tiempo que actuaban con una marcada habitualidad y notoriedad, infiriéndose de las evidencias colectadas que la actividad ilícita constituía su principal fuente de sustento económico.
El juicio se llevará a cabo en la Cámara Novena en lo Criminal y Correccional de esta ciudad.