La Argentina Pírrica

El desafío del Argentino es salir de esa posición incómoda y volver a ser el productor que solía ser, tener bases sólidas y estar de vuelta a tono de la economía mundial y plantear nuevos desafíos y dejar de lado la avaricia que genera el poder al que esté de turno.

La Argentina Pírrica
Plaza de Mayo. Allí confluyó la protesta ciudadana en Buenos Aires (DYN).

Se dice que una victoria es pírrica cuando ocasiona grave daño al vencedor y casi equivale a una derrota. Deriva de Pirros, que fue rey de una región de la antigua Grecia que consiguió victorias en batallas en las que su ejército sufrió graves pérdidas. Quizás esta imagen ayude a explicar por qué estamos como estamos. Hemos visto en estos años que cualquiera sea la ideología o el color político, cada parte desea imponer su “modelo” de país (económico o ideológico), cualquiera sea el costo, y casi siempre con un rédito económico individual, sectorial o partidario. En parte esto es lo que nos ha llevado a estar como estamos. No solo se ve a nivel país, también se observa en clubes sociales, consorcios, cooperativas escolares y hasta en algunas empresas.

Protesta de organizaciones sociales piqueteras en el centro de la ciudad.
Protesta de organizaciones sociales piqueteras en el centro de la ciudad.

¿Qué es lo que nos hace creer que las ideas, personas o modelos que fracasan o fracasaron son la solución? ¿Acaso a la mayoría del país no le interesa realmente no volver a fracasar, seguir hundiéndonos como Nación? ¿O solamente aceptamos imponernos y ganar como sea, a costa de la educación, de la pobreza, de la resignación de perder en forma sistemática y permanente valores económicos y sociales que antes la Argentina poseía? Hay políticos, sindicalistas, líderes de movimientos sociales y funcionarios que defienden con fiereza sus propios intereses sin importarles el resto, aunque su relato pretende mostrar que no es así.

Dentro de este marco, la Argentina también muestra “cápsulas” o sectores exitosos y donde se ha logrado romper con este paradigma que parece dominar la escena. El sector agropecuario es uno de ellos, ya que a pesar de todo evoluciona y perfora en forma permanente récords de eficiencia y productividad. También hay pueblos y ciudades del interior del país donde no existe o es muy baja la desocupación. Hay escuelas que participan en competencias internacionales y logran premios. Y empresas que son “faros” internacionales como Mercado Libre, Don Mario o Arcor (entre otras). Son estos ejemplos los que mantienen la esperanza de que un mejor país es posible.

Los argentinos, todos, debemos salir de esa espiral “pírrica” en la cual estamos hace años y que nos ha traído hasta acá. Debemos tomar conciencia, más allá de que nos guste más o menos, que con los índices de pobreza, indigencia y desocupación que tenemos, cada uno de nosotros tiene cerca otra persona a la que de una u otra manera debemos ayudar, preocuparnos para que evolucione, preocuparnos porque mañana esté un poco mejor. Actualmente por cada persona que está por encima de la línea de indigencia o pobreza existe una persona que está por debajo. Un doloroso uno a uno.

Decenas de agricultores llevaron este sábado unos treinta tractores hasta la Plaza de Mayo, en protesta contra la política económica del Gobierno de Alberto Fernández. (Federico López Claro)
Decenas de agricultores llevaron este sábado unos treinta tractores hasta la Plaza de Mayo, en protesta contra la política económica del Gobierno de Alberto Fernández. (Federico López Claro)

¿Cómo seguir?

Para comenzar no tercerizar o intelectualizar el fracaso. Es claro que la dirigencia es una gran responsable. Pero ya no importa de quién es la culpa o si estamos en tal o cual interpretación política del problema. Hay que entender y asumir que lo hecho hasta acá por cada uno de nosotros no alcanzó. Entendemos que es difícil asumir esta premisa. Pero aquellas personas o empresas que puedan deberán invertir más, generar más trabajo, agregar más valor, arriesgar más, dedicar más tiempo y participar con  dinero en algunos estamentos de la sociedad (fundaciones, cooperativas, organizaciones políticas, etc.). Por supuesto que esto no excluye exigir al gobierno de turno mayor decencia, compromiso y profesionalismo en el ejercicio de sus funciones. Exigirles verdadero patriotismo y hacerles entender que su compromiso es con el país y no con su jefe o jefa política de turno.

El agro es y será protagonista de la Argentina en los próximos años, y no sólo a través de lo que mejor hace que es producir. El desafío es enorme, pero, si funciona, el premio será infinito.