Son 12.966.551 la cantidad de cabezas faenadas durante 2021, según informó el MAGPyA
- La faena total anual cayó un 7,4% aproximadamente, respecto del año pasado 2020, lo que representa casi un millón de animales menos.
- La faena de machos tuvo una merma de solo el 5% mientras que la de hembras fue de casi el 10%.
- El porcentaje de hembras en la faena fue del 44,7%.
- La mayor diferencia interanual acumulada se da en los novillos de más de 8 dientes, que cayó un 48%, seguido por las vacas de más de 8 dientes, con el 20%
- La única categoría que aumentó fue la de macho entero joven, con una diferencia respecto a igual período del 2020, de 3%.
- Las tasas de extracción de machos fue aproximadamente un punto porcentual menos que la de 2020.
- La caída en la faena de vacas ha sido del orden del 11% (258 mil cabezas menos)
- La merma en la faena de vaquillonas es del 10 % (que representa 404 mil cabezas) que podría atribuirse a la menor entrada a los corrales de engorde.
- Las tasas de extracción de hembras fueron sensiblemente inferiores a las ocurridas el año pasado. Para las vacas la misma sitúa en el 9,39% vs 10,48% durante el mismo período del año pasado. La tasa de extracción de vaquillonas ronda el 24,4%, en 2020 el valor fue del 26,5%.
- La importancia relativa de cada categoría es muy diferente según de cual se trate. En el año 2020 la suma de novillitos más vaquillonas representó el 74,4% de las cabezas faenadas. La caída de la faena total interanual fue de 1.041.959 cabezas. Como se observa es un 10% menos de vaquillonas faenadas explica el 38,8% de la caída de la oferta, un 10,7% menos de vacas que el año pasado el 24,8%. Mientras que la caída del 4,8% de la categoría novillitos representa el 28,9% de la caída interanual total.
Exportaciones
Las políticas del gobierno nacional, han provocado uno de los mayores daños a la actividad, al quitarle previsibilidad a un negocio que la precisa debido a que los plazos de producción se definen en años. Más allá de la pérdida del ingreso de divisas (tan necesarios para la economía) ha ratificado la idea en los productores ganaderos en pensar, mientras este gobierno esté a cargo del estado, en políticas cortoplacistas. Una actividad que necesita de reglas claras para crecer e invertir, ha sido despojada de las mismas. El gobierno ciego y lento de reflejos, no fue capaz de ver que la situación en 2020 dista mucho de la existente en 2006, y por ende más allá de las medidas tomadas no logra (ni lo va a hacer) bajar el precio interno de la carne. En la actualidad y a diferencia de décadas pasadas la carne ha comenzado a ser un producto escaso, y seguirá siéndolo mucho más con las políticas actuales.
No se trata de repartir lo que hay, se trata de producir más, y para ello el productor debe tener un claro panorama de que las variables que manejan su negocio, no serán artificialmente modificadas por los burócratas de turno.
En este contexto las exportaciones retrocedieron un 12% aproximadamente pasando a representar el 26,8% de la producción en lugar de 28,5% del 2020.