Sandra Rivas viajaba en un colectivo de la línea 338 cuando, en un confuso episodio que investiga la justicia, murió al recibir un disparo en la cabeza en el medio de un asalto en Esteban Echeverría.
"Yo iba al lado de una señora, charlando. Cuando subieron los delincuentes le agarré la mano y le dije que no me quería morir. Ella me dijo 'no te vas a morir'. Se acercó un delincuente y le disparó por nada", había declarado Aldana,testigo del homicidio.
Sin embargo, el disparo mortal, no habría salido del arma de los dos delincuentes, que terminaron detenidos.
Según las pericias, a las que accedió Clarín, "la bala que mató a la pasajera correspondería al arma del joven agente de la Policía de la Ciudad que intervino durante el hecho, el 27 de diciembre de 2018, mientras se encontraba de civil".
"El fiscal a cargo, Andrés Devoto, notificó al policía de la imputación ("homicidio agravado por el empleo de armas") y le tomó declaración, aunque no impuso ninguna medida restrictiva en su contra al considerar que no hay peligro de fuga ni de entorpecimiento de la investigación", consiguió el mismo diario.
Según Clarín, "restan todavía más pericias y también resolver la situación de los dos delincuentes detenidos".
En tanto, el diario Página/12 publicó este domingo que el oficial, de 19 años, "había egresado de la academia 16 días antes del trágico asalto".
Según explicaron, "el disparo entró por la nuca de Rivas y salió por la cara, debajo de un ojo. Los ladrones se encontraban en la tercera fila de asientos, al igual que la víctima, mientras que el agente estaba detrás".
Tras el enfrentamiento, agentes de la comisaría 3° de Esteban Echeverría detuvieron a los dos ladrones en Elizalde y Camino de la Ribera Sur, en la zona del barrio Olimpo en Lomas de Zamora.