Habló la kiosquera que fue abusada por un cliente

"Sentí mucha bronca de no haber reaccionado, pero no reaccioné", dijo la mujer acosada en Lomas del Mirador.

Habló la kiosquera que fue abusada por un cliente
La kiosquera que fue abusada por un hombre en Lomas del Mirador

El episodio sucedió el miércoles cuando un cliente habitual del local le pidió a Roxana unos habanos y aprovechó a que la chica tuvo que salir a buscarlos para apoyarle los genitales en la cola. La mujer relató cómo fue el momento del abuso y se lamentó por no haber reaccionado.

"Sentí mucha bronca de no haber hecho un escándalo", reconoció. De todas formas, presentó una denuncia junto a un video que muestra lo sucedido y consiguió que el agresor fuera detenido, tras un intento de linchamiento en el barrio.

Según el relato de la mujer, el hombre venía siempre a comprar cigarrillos. Pero esta vez le pidió también un habano, por lo que tuvo que salir de detrás del mostrador y agarrarlo de un estante. Tras entregarle el producto el hombre le pidió más. "Volvió a pedirme que quería otros tres. Tuve que salir del mostrador para dárselos y ahí pasó", recordó.

Los hechos hacen pensar en que el hombre premeditó lo sucedido, ya que pidió a Roxana que volviera al lugar en el que había estado hacía instantes, se acercó y cometió el abuso.

Lo que no esperaba era que las cámaras de seguridad del kiosko grabaran toda la situación. En ellas se ve el abuso y el momento en el que la kiosquera le da una cachetada y lo echa del local.

La víctima confesó que se shockeó al darse cuenta de lo que había sucedido y dijo que sintió mucha bronca de no haber reaccionado de otra forma, de no "hacer un escándalo en la puerta". Pero llevó el video a la Justicia y logró que detuvieran al acosador.

Mientras era llevado por la policía, el hombre se mostró más preocupado por que alguien cerrara la puerta de su casa. Y dijo a la prensa allí presente: "No la acosé nada, la apoyé. Tiene que haber derecho carnal".

El atacante fue identificado como Walter, es vecino del barrio y vive a cuatro cuadras del kiosco en La Matanza.