Por Javier Firpo (jfirpo@larazon.com.ar)
Por lo que todavía expresa desde el escenario y, también, por cómo es fuera de él, es un tipo querido Joaquín Sabina. Hasta los periodistas evitan saltarle a la yugular, cosa que él sabría cómo defenderse. Pero no hay necesidad. Joaquín cae bien por cómo es, no fuerza una pose ni la caretea.
Más allá de su rostro buena onda, el encuentro con la prensa lo fatiga a esta altura y ni hablar la catarata de fotos y la exigencia de sonreír. Ninguna novedad es remarcar el carisma enorme e intacto del madrileño, ése que muchas jóvenes y ascendentes promesas desearían poseer. Pero convengamos que el carisma tiene que ver con la personalidad, el talento y la rebeldía, no con el marketing ni las redes sociales, ni los “me gusta”, ni los seguidores... todos aspectos ajenos a la vida diaria de Sabina.
"Me preocupa mirar alrededor y no encontrar pequeños Leonard Cohen, David Bowie o Bob Dylan. ¿Qué pasó?", se pregunta el cantautor, que llegó a Buenos Aires para encarar la gira de su último álbum "Lo niego todo", que lo tendrá en el Luna Park al cabo de ¡once funciones! entre el sábado 11 de noviembre y el 9 de diciembre. "Me parece que hoy los cantantes están más pendientes del marketing, de subir al Twitter cosas que nada tienen que ver con la música y, además, son... marionetas. Quieren llegar a un determinado lugar que les prometen", busca explicaciones el cantautor, que habló ante un grupo de periodistas en un salón del Four Seasons.
¿Con vos no se hubiera podido?
Yo soy un cantante viejo, con vicios y mañas propias de mi edad. Y también con una personalidad particular. No soy ningún monigote de las multinacionales, no entiendo ni quiero entender sobre mi oficio relacionado al mundo del marketing... Sólo soy un cantante que se respeta y con valores y principios.
¿Con eso es suficiente?
No hago nada para seguir vigente. Ni siquiera me pasan en las radios. No existo para las nuevas generaciones, pero la gente todavía me sigue, tal vez, por ser así como soy.
¿Te jactás de alguna manera por ir contra la corriente, por no tener redes sociales?
No me ufano por no tener todos esos aparatitos, todo lo contrario, agradezco no tener móvil, ni redes sociales. No los necesito. No me interesa la inmediatez. Mañana me enteraré leyendo el diario, que es lo que más me gusta.
¿Y cómo es tu relación con ese público moderno que todo lo registra con sus teléfonos?
No tengo otra alternativa que soportarlo, lo que no quita que pida pena de muerte para quien inventó el móvil con foto y filmadora.
Ocurrente y repentista luce Joaquín quien, delgado, viste campera, chupines y su infaltable sombrero. No le importa decir que se levantó al mediodía ni tampoco ser fotografiado bebiendo cerveza, en tiempos en que hay un exceso de cuidados pavotes. "Oteando el horizonte me veo con algún disco más, pero no sé cuándo. Me cuesta todo mucho más. Desearía poder escribir canciones cuando yo lo deseo, pero lamentablemente las canciones vienen cuando a ellas les place. Y en cuanto a las presentaciones, viajaré menos y actuaré en formato acústico, en pequeños teatros", anhela Sabina, que revela que quiso comprar una casita en Buenos Aires, que la reservó, pero finalmente la vendieron a un megaemprendimiento. "Me siento argentino en España y aquí casi que paso por uno más de ustedes", cree.
¿Qué te gusta de Argentina?
Quizás por mi devoción por el tango es que me siento argentino. Me gusta esa faceta caliente, exagerada y desaforada... Hasta me gustan las cosas malas, los extremos, la falta de grises, esa personalidad tanguera y rockera, que es muy distinta en Buenos Aires a la del resto del país.
Tanto te gusta Buenos Aires que ibas a comprar un departamento...
Sí, me fascina. Buenos Aires es la muzzarella, el bife, el tango, Borges y Cortázar, la noche interminable, los teatros y... los porteños y esa fanfarronería cautivante que yo también tengo.
Siendo español, no se puede obviar el tema de Cataluña y tu amistad con Serrat, uno de los más atacados...
(Frunce el ceño.) Esto es el resultado de políticos irresponsables, que han dividido a los catalanes de una manera atroz y que casi los lleva al abismo. Cataluña es la zona más rica de España, la que tiene mayor libertad que cualquier país federal, sin embargo, los independentistas han creado un mundo de mejores y peores catalanes, una cosa diabólica. Una grieta que ustedes conocen bien y que la está sufriendo Joan Manuel. ¡Qué locura, qué vergüenza! Siendo un ícono de la catalanidad, que lo llamen fascista al Nano me parece intolerable.
¿Cómo serán tus shows en el Luna?
Presentaré “Lo niego todo”, que lo mejor de tiene es poder someter al público a la tortura de escuchar canciones que desconocen...
El disco presenta colaboraciones del autor Benjamín Prado y la música de Leiva. ¿Necesitabas refrescarte?
Con los músicos con los que llevo 25 años continuados ya era un matrimonio, pero un matrimonio sin sexo. Necesitaba rejuvenecer el estilo con otra gente, otras ideas. Desde “19 días y 500 noches” no tenía esa urgencia, esa necesidad de contar. Y ahora, como hace años, hemos escrito las canciones sin dormir y sin la ayuda de ningún polvito blanco.
Así está Joaquín, con su modelo viejo sólo por fuera, y con un motor afilado y una lengua más viva e ingeniosa que nunca.