Carlos Vives y el público local, una relación habitual

En el Luna Park, el cantante colombiano, que en los últimos años se convirtió en una visita frecuente, puso a bailar en la noche del domingo a todo el estadio con sus viejos clásicos y sus últimos hits, como Fruta Fresca, La bicicleta y Robarte un beso.

Carlos Vives y el público local, una relación habitual
Carlos Vives en el Luna Park

Por Dario Doallo (ddoallo@larazon.com.ar)

Muchas parejas de distintas edades, familias enteras con chicos, grupos de amigas, camisetas de la Selección Colombia, sombrero vueltiao, prenda típica del país cafetero; y banderas de Venezuela marcaron la previa del show del domingo por la noche de Carlos Vives en el Luna Park.

Apenas pasadas las nueve, horario programado para el inicio, el colombiano salió a escena con toda su energía entonando el gran hit del pasado verano, "La bicicleta". Enseguida, el público, que colmó el estadio, se puso de pie y comenzó el baile, dejando de lado las butacas.

Es la tercera visita de Carlos Vives a la Argentina en los últimos años. Luego de aquella explosión a mediados de los noventa, y un largo parate a principios de siglo, el colombiano regresó a fines de 2014 con un Gran Rex y disco nuevo, "Corazón profundo", que lo colocó otra vez en la cima de la música latina. Luego, en marzo de este año realizó otros tres shows en el teatro de la Av. Corrientes y eso le dio el pie para volver antes de lo pensado. "Estuve mucho tiempo sin venir a la Argentina y ahora canto más aquí que en mi país", había dicho en la previa Vives, que prometió sacar un nuevo disco para antes de fin de año.

Luego del coro "llevame, llevame en tu bicicleta", bajó un cambio y llegó la romántica "Déjame entrar" y volvió a subir con "Pa Mayté". Ahí se lució con el acordeón Egidio Cuadrado, fiel compañero de ruta de Carlos Vives, que dejó en claro: "Aunque mi música se vista de muchas maneras, yo digo que canto vallenato", en referencia a la música popular del caribe colombiano.

Fiel a su estilo, Vives se mostró predispuesto a leer todos los carteles y regalos que caían de la platea, incluso en medio de algunas canciones; aunque en esta ocasión, quizás teniendo en cuenta el marco de mayor tamaño, evitó los largos diálogos entre tema y tema.

El show siguió con el noventero "Fruta fresca", antecedido por un solo de gaitas, otro instrumento típico colombiano, y "Al filo de tu amor", uno de sus últimos hits.

Fana del deporte como pocos, el oriundo de Santa Marta, tierra del Pibe Valderrama y Falcao, hizo una mención a uno de sus ídolos de chico, Nicolino Locche, cantó el tema que les dedicó a los ciclistas colombianos ("El orgullo de mi patria") y en varias ocasiones tocó un tema que preocupa a muchos: la clasificación de Argentina a Rusia 2018. "Un Mundial sin Argentina no es un Mundial", lanzó y luego analizó: "Noto que ustedes sufren más por el fútbol porque nosotros (por los colombianos) estamos acostumbrados a perder un poquito más".

Uno de sus temas más emblemáticos, como "La tierra del olvido", fue dedicado para "nuestros hermanos venezolanos", en lo que fue la ovación más ruidosa de la noche. "La política nos separó un poco, pero no hay que olvidar que somos hermanos", aseguró Vives, siempre conciliador. Sobre el final llegó una propuesta de casamiento en el escenario al ritmo de "Volví a nacer" y el cierre fue a puro baile con "Robarte un beso", el tema que ahora suena por todos lados, y Carlos Vives volvió a cumplir con el público local, con quien construyó una fiel relación.

https://www.youtube.com/watch?v=Mtau4v6foHA