Encontraron restos de ocho personas con 800 años de antigüedad, enterradas al sur de Lima, Perú. Fue durante la instalación de unas tuberías de gas natural en una de las calles de la capital peruana.
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“Hemos hallado los restos de ocho habitantes del pueblo de Chilca, de 800 años de antigüedad, enterrados a manera de fardos funerarios”, dijo a la agencia AFP Cecilia Camargo, la arqueóloga de la empresa de distribución de gas natural Cálidda, que era quien realizaba la obra.
Los restos corresponden a adultos y niños y además estaban envueltos con soguillas vegetales y telas de color marrón. Alrededor de ellos había alimentos e instrumentos musicales de viento, probablemente ofrendados a los fallecidos en su momento.
También había conchas de abanico, platos de comida con diversas especies de maíz, una zampoña y una flauta. “Algunos de los cuerpos tenían conchas en la cabeza y chuspas, unas bolsitas en la que se guarda cal para masticar de hoja de coca”, indicó Camargo.
Los estudiosos consideran que estos entierros fueron parte de un cementerio prehispánico en Chilca, una localidad costera 60 kilómetros al sur de Lima.
“Es una tumba bien elaborada. Es un hallazgo importante que nos da mayores datos sobre la historia prehispánica de Chilca”, aseguró la investigadora.
Si bien se conoció el origen de los restos en los últimos días, el hallazgo había sido el martes 14 de septiembre. En 2018, la misma empresa Cálidda halló 30 fardos en dos cámaras funerarias, también en Chilca.
Por qué hay arqueólogos en las construcciones peruanas
La ley de Perú obliga a las empresas que hacen excavaciones, como Cálidda, a contratar arqueólogos, debido a que existe la posibilidad de que aparezcan vestigios precolombinos en el subsuelo de la costa peruana constantemente.
Según investigaciones, en Chilca se instalaron los primeros habitantes de esa parte de la costa peruana. Hace 61 años, se descubrieron restos de 3.750 años de antigüedad, como entierros y chozas que formaban una aldea con paredes de cañas, cubiertas con estera o pasto.
Los fardos funerarios y los utensilios encontrados serán entregados al Ministerio de Cultura, que determinará si serán expuestos en algún museo.
