Joanna Picetti, la excandidata de Cambiemos que protagonizó un escándalo el viernes cuando se presentó en plena Asamblea Legislativa a gritarle al presidente Mauricio Macri, se presentó de nuevo esta tarde en la Cámara de Diputados para exigir que le permitan asumir en su banca, a pesar de que carga con dos fallos judiciales en contra que se lo impiden porque la declaran excluida de la lista de candidatos.
"Acabo de presentar un proyecto como diputada y en mesa de entradas el señor Inchausti (Eugenio, secretario Parlamentario de la Cámara Baja) y su equipo me dijeron que como el tema está judicializado no me lo pueden recibir como diputada. Entonces les exigí que me firmen un acta diciendo que no me reconocen como diputada y que me reciban el expediente", contó Picetti a los periodistas acreditados.
Sin embargo, Inchausti no firmó ningún acta y Picetti se fue con las manos vacías. "Estoy esperando un fallo de la Corte. De todas formas soy diputada electa y vengo a ejercer lo que me corresponde. Vengo a exigir que el Congreso me dé una respuesta", dijo la expostulante de la lista Vamos Juntos, que en 2017 encabezó Elisa Carrió.
Fue justamente la líder de la Coalición Cívica quien, al enterarse de la grave denuncia en contra de Picetti, reclamó a la Justicia que la excluyera de la lista, en que era candidata en octavo término.
Picetti quedó apartada de la lista después de un fallo de la jueza electoral María Servini de Cubría, dictado tres días antes de las elecciones legislativas de octubre de 2017. De manera tal que, técnicamente, Picetti no sería diputada electa. Pero ella insiste en que sí.
La magistrada la dejó afuera por “inhabilidad moral”. Después de los comicios el fallo fue confirmado por la Cámara Nacional Electoral (CNE) y ahora está pendiente de resolución en la Corte Suprema de Justicia.
En lugar de Picetti asumió otro dirigente del PRO, Jorge Enríquez, quien en la lista figuró el noveno término, después de Pichetti, y tiene mandato hasta 2021.
Picetti ya había intentado jurar como diputada en diciembre de 2017 y en la ceremonia de apertura del 137° período de sesiones ordinarias del Congreso apareció en el recinto de Diputados interrumpiendo el discurso del Presidente, gritando que debían respetarse la voluntad popular y los derechos de las mujeres.
La excandidata está denunciada por su exmarido por supuesto maltrato a sus tres hijos, inclusive con acusaciones de abuso sexual.
En la nota que presentó hoy, dirigida a Emilio Monzó, denuncia la "inacción" del Poder Legislativo al no permitirle asumir y resalta que no hay ninguna condena en su contra.
"Vengo como diputada a exigir un proyecto de resolución y a solicitar una sesión urgente especial para que se trate este tema: que mi banca está siendo ocupada injustamente, porque han violado la Constitución nacional, que en su artículo 64 dice que echar a un diputado le corresponde a la Cámara", dijo Picetti esta tarde.
Sin embargo, para que Diputados realice una sesión especial se requiere elevar una nota al presidente de la Cámara que debe contar con por lo menos diez firmas.
Picetti dijo que se disponía a recorrer los pasillos para pedir apoyo. Pero no parece que fuera a tener éxito: todo el tiempo estuvo escoltada por un guardia de la seguridad del Palacio.
La seguridad de la ceremonia, que estuvo a cargo del Senado, fue cuestionada por el papelón que significó la sorpresiva aparición de Picetti en la Asamblea Legislativa. Esta vez no se les escapó.
La denuncia, a Bonadio
Como consecuencia de esa irrupción en el hemiciclo, la vicepresidenta, Gabriela Michetti, conductora de la Asamblea Legislativa, la denunció penalmente el mismo viernes por la tarde por los delitos de resistencia o desobediencia a funcionario público y perturbaciones al ejercicio de la función pública.
Tras el fin de semana largo, hoy resultó sorteado para intervenir en el caso el juez federal Claudio Bonadio, según informó el diario Clarín.
Michetti señaló que "esto ocurrió alrededor de las 11.30 horas y fue captado por cámaras y periodistas de todos los medios de comunicación nacionales e internacionales acreditados para presenciar la Asamblea”, y que “como titular de la Cámara alta” y tras constatar que “la imputada no es legisladora” y que, por ende, “no estaba autorizada a ingresar al recinto en el que se desarrollaba el acto”, ella le pidió “que se retirase”.
"Pese a la orden, permaneció en el interior del recinto, profiriendo gritos y negándose a obedecer las órdenes impartidas. Frente a ello tuve que requerir el auxilio del personal policial y de la Cámara asignado a la seguridad del evento para que la escoltasen hasta la salida", indicó Michetti.