Dos conciertos simultáneos marcan este viernes un nuevo forcejeo por el poder en Venezuela antes de la arriesgada apuesta de la oposición de ingresar ayuda básica, pese al bloqueo del gobierno de Nicolás Maduro.
Del lado colombiano, se prepara un megaevento que promete varias estrellas convocado por el multimillonario británico Richard Branson en la ciudad fronteriza de Cúcuta donde esperan recaudar unos 100 millones de dólares para Venezuela, sumida en una aguda crisis que mezcla desabastecimiento e hiperinflación.
A 300 metros del escenario de Branson, y con una fuerte custodia militar, el oficialismo preparaba su concierto del que aún se sabe poco. Solo se conocen sus lemas: 'Para la guerra, nada' y 'Hands off Venezuela' (Manos fuera de Venezuela). Obreros y soldados alistaban a contrarreloj una enorme tarima sobre la cual no se sabe quién se presentará.
El concierto Venezuela Aid Life es respaldado por el líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por medio centenar de países. A la clausura asistirán los mandatarios de Colombia, Iván Duque, de Chile, Sebastián Piñera, y de Paraguay, Mario Abdo.
Allí decenas de policías afinaban detalles de procedimiento para un evento que espera reunir a al menos 250.000 personas y en el que participarán los colombianos Carlos Vives y Juanes, el dominicano Juan Luis Guerra, los españoles Alejandro Sanz y Miguel Bosé, y los venezolanos José Luis Rodríguez y Nacho, entre otros.
El gobierno de Maduro advierte que no dejará pasar los cargamentos con víveres y medicamentos, por considerarlos la punta de lanza de una intervención militar que Washington no ha descartado.
Los productores del evento en Colombia afirman que, pese a la poca distancia entre ambos, difícilmente habrá cruce de sonidos.
La lista de artistas que enarbolarán el mensaje del chavismo es incierta, así como la presencia del mandatario socialista. El salsero venezolano Willie González, que tuvo su pico de fama en los 80, rechazó la invitación de Maduro para actuar.
