El Consejo directivo del PRO convocó a sus integrantes a "trabajar en todo el país para profundizar el cambio". También, ratificaron "el plan de gobierno", al asegurar que "sigue en marcha" pese a los reclamos de cambios por parte de la CGT, consideró que se están viendo "los primeros signos de crecimiento económico" y denunció "un intento" de generar un clima de "marcha permanente" y que el Ejecutivo que encabeza Mauricio Macri "no está bien parado".
Durante el encuentro, cerrado a la prensa, el jefe de Gabinete, Marcos Peña; la gobernadora María Eugenia Vidal; y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, fueron los encargados de cerrar la reunión del PRO ante 500 dirigentes, con el objetivo de "cerrar filas" y convocar a "voluntarios" a "trabajar" para defender la gestión de Macri, de cara a los comicios legislativos de octubre.
El cónclave partidario se realizó en el Club Sirio Libanés, en el barrio porteño de Saavedra, y una vez concluído tanto Peña como Vidal evitaron a la prensa y se retiraron sin hacer declaraciones, en medio del fracaso de las negociaciones paritarias con los docentes.
Según informó Rodríguez Larreta, en el encuentro "estuvieron representadas todas las provincias, analizamos cómo estamos de cara a la campaña, fue muy enriquecedor", pero aclaró que "no hubo definiciones de candidaturas".