Este martes, los jueces dieron a conocer los fundamentos del fallo contra Nahir Galarza y no descartan investigar por falso testimonio a una vecina y a la psicóloga de la acusada que declaró a su favor en el juicio por el crimen de Fernando Pastorizzo.
“Será reprimido con prisión de un mes a cuatro años, el testigo, perito o intérprete que afirmare una falsedad o negare o callare la verdad, en todo o en parte, en su deposición, informe, traducción o interpretación, hecha ante la autoridad competente”, indica el artículo 275 del Codigo Penal.
En los fundamentos del fallo, los magistrados le dejaron la puerta abierta a los fiscales para que puedan investigar a las dos mujeres.
María Inés Correa, vecina de Nahir, declaró que Pastorizzo era agresivo y golpeador, aseguró haber sido testigo de esa situación en los últimos tres años. Mientras que, con respecto al crimen, afirmó que era el joven el que portaba el arma y que había salido a los gritos de la casa de la familia Galarza.
Los jueces definen el testimonio de Correa como "inconsistente". Y agregaron: "Fácil es apreciar que en absoluto pudo la testigo distinguir a esa distancia y con la iluminación que ilustran los videos, que lo que tendría Pastorizzo en su cintura, entre el buzo y el pantalón que vestía, se trataba de un arma; mucho menos cuando ella misma afirmó que no conocía de armas".
Además, cuestionaron el hecho de que la vecina pudo ver el arma pero no se percató de que los dos adolescentes salieron con los cascos de la moto, cuestión que la propia Nahir afirmó: "Extraña y debilita aún más la credibilidad de Correa, que no haya visto los cascos en cuestión".
Con respecto a los gritos, explicaron: “Circunstancias que ni siquiera coinciden con el falaz descargo efectuado por la imputada. Correa dice que Pastorizzo le profirió insultos expresándole 'vos te vas conmigo hija de recontra mil p...'; sin embargo. la encausada en ningún momento de su declaración, tanto en el plenario como en oportunidad de hacerlo durante el trámite investigativo, hizo referencia a algún agravio verbal de ese tipo”.
Por su parte, la psicóloga de parte, Alicia Paday, fue un blanco para los jueces quienes expresaron que el informe de la profesional carecía de rigor científico y, por ende, era inconsistente.
Paday dijo que Nahir pudo haber sido víctima de un abuso sexual, que sufría brotes psicóticos, que tenía incapacidad para tener relaciones estables, que soportaba una fuerte presión parental y que era víctima de violencia de género. Para realizar esas presunciones, que se basa en un test de 600 preguntas y una entrevista que duró una hora y media.
El informe de la piscóloga es opuesto al declarado por el Médico Psiquiatra, quien "descartó todo indicio o signo psíquico que permita inferir que Nahir fuese víctima de violencia de género".
Cabe recordar que para los jueces se trató de un plan “pre ordenado” y ejecutado con frialdad por parte de Nahir. La acusada eligió la estrategia de desvirtuar los hechos con declaraciones confusas y por momentos falsas, según argumentaron.
“Nahir Galarza efectuó citas que fueron desvirtuadas”, dijo uno de los magistrados. “Se ha probado que el arma no la llevaba Fernando Pastorizzo, que la imputada no fue arrojada por aquél por la escalera (…) En la misma línea, está comprobado con las fotografías tomadas de toda la escena, que la moto no zigzagueó, como dijo la imputada, y que al caerse, la moto estaba parada, lo que también pone en crisis los dichos de la encausada”.