Durante la mesa de diálogo en la Casa Rosada, el Gobierno propuso aumentar los planes sociales pero sin un bono. La iniciativa no fue bien aceptado por las organizaciones sociales, que dejaron planteados sus reclamos y aguardarán una respuesta oficial antes de volver a las calles.
De esta manera, el Gobierno decidió no ofrecer la suma de $3000 por única vez que se barajaba. En época de ajuste fiscal, no hubo margen en el Presupuesto para que el vicejefe de Gabinete Mario Quintana y la ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley cedieran nuevamente y otorgaran un medio aguinaldo, como pretendían los piqueteros.
La propuesta oficial fue aumentos escalonados en los planes sociales. Aunque reconocen que estos planes quedaron desactualizados en función de la inflación de este primer semestre, dijeron que "la idea es llevarlo a $6000 para diciembre". Los piqueteros querían que esa cifra llegue en agosto.
Stanley y su viceministro, Carlos Pedrini, contraofertaron que el próximo mes se dé el primer aumento. Será la primera de tres subas escalonadas, a razón de $500 cada vez.
Las organizaciones también plantearon aumentar la entrega de alimentos para comedores y merenderos, algo que en el Gobierno ven razonable. "Ya lo estábamos estudiando. Seguramente vamos a atender ese reclamo", indicaron.
En un gesto conciliador afirmaron que por ahora no habrá protestas. "Vamos a agostar las instancias de diálogo antes de volver con un reclamo en las calles", completó el dirigente de Barrios de Pie.
